Vicente Verd¨² bucea en lo banal y lo profundo de la rutina del fin de siglo
"La vida se aclara cerca de la muerto", dice el autor de 'Emociones'
Vicente Verd¨² (Elche, 1942) lleva mucho tiempo haciendo ensayo filos¨®fico con el periodismo y viceversa. Su ¨²ltimo libro, Emociones (Taurus), es un paso m¨¢s all¨¢. En ¨¦l, Verd¨² indaga en el sentido de la felicidad, las miserias, los objetos y las convenciones de la cotidianeidad contempor¨¢nea. Y lo hace desde una visi¨®n m¨²ltiple, "sincera", que le permite acercarse a lo hondo y lo ligero: la mentira, el fregadero, una oreja o un muslo, las ganas de desaparecer... Y la muerte. "Todas esas cosas forman, en conjunto, el zoo de nuestra vida diaria".
, "Resulta atractivo pensar en instantes, objetos y lugares que a veces, porque los vemos muy repetidos, parecen no tener contenido. Son, en cambio, cosas y vivencias compartidas por muchos: en la ducha hay un mundo de reflexiones y balances, y en la peluquer¨ªa, en la farmacia o en la violenta impresi¨®n de los lunes explica Verd¨².El libro es, en ese sentido, una vindicaci¨®n de la vida cotidiana, "de esos momentos fugaces y esa relaci¨®n con los objetos a los que no concedemos categor¨ªa pero que son muy cercanos: est¨¢n aparentemente desprovistos de grandeza, pero, unidos, deciden lo que es toda nuestra vida. El cuerpo, por ejemplo, parece un bulto, y no solemos prestarle atenci¨®n, pero cuando hay una relaci¨®n amorosa, una porci¨®n cualquiera, un muslo, o una oreja, cobra un significado de seducci¨®n, una fuerza de la que habitualmente no tenemos reflejo".
Sobras y sombras
Desde las emociones, el fregadero se convierte en "un lugar de sobras y de sombras", "igualitario y pagano". O el hipermercado acaba siendo el sitio "donde mejor se adquiere, cuando pagamos, la rotunda conciencia de estar saldando cuentas". Im¨¢genes que hacen palpable una y otra vez ese estado de "lucidez y convicci¨®n dichosa" y algo c¨¢ustica tambi¨¦n- al que hace referencia Verd¨² en la introducci¨®n del libro como motor de la escritura.Hay m¨¢s ejemplos, hojeando al azar: "La mentira es velocidad pura, la verdad procede de un trabajo duro y a menudo lento". O bien: "El hogar, reducto para la subjetividad y su mazmorra; el exterior, sede del pavor". Y otra: "Ser feliz exige una enorme disciplina. Reclama lucidez y energ¨ªa, mientras la infelicidad admite la malicia y el desorden".
A trav¨¦s de los seis cap¨ªtulos lugares, locales, objetos, desnudos, mentiras y emociones- y de las 203 p¨¢ginas -"ten¨ªa materia para el doble, pero he intentado no ser abusivo"- subyace una doble mirada con m¨²ltiples desviaciones: las cosas aparentemente intrascendentes que llenan la rutina contempor¨¢nea; y los asuntos importantes de los que no resulta c¨®modo hablar. "La parte que hace referencia a las emociones es m¨¢s autobiogr¨¢fica", explica Verd¨². "La visi¨®n tr¨¢gica y melanc¨®lica de la edad, del fracaso y el ¨¦xito, de la memoria y su p¨¦rdida... ""Para escribir es imprescindible contar con la emoci¨®n",
Solidez y esmalte
Se pregunta Verd¨² en el ¨²ltimo ensayo -Lo feliz-: "?Qu¨¦ es la felicidad?" Y se responde: "La paz de un muerto desprovisto de culpa". Pero en Emociones la muerte "no viene a fastidiar las cosas", sino a "prestarles solidez, y a ratos un esmalte de lujo". ?Ambici¨®n excesiva? "Bueno, ¨¦ste es un libro absolutamente sincero, escrito desde la literatura, claro, pero tambi¨¦n desde la franqueza. Y la vida s¨®lo se aclara cuando se est¨¢ al borde de la muerte".En ese sentido, Emociones es un libro absolutamente vitalista, escrito en oposici¨®n a la muerte: "Unas veces de forma impl¨ªcita y otras de manera m¨¢s expresa, su presencia siempre acompa?a nuestras acciones y sentimientos, pero si la individualizas se convierte en un fen¨®meno universal, deja de colocarse como una penitencia, alivia relativamente. Aparece, desaparece, y perfil¨¢ndose produce grandes contrastes: solamente as¨ª es posible hallar en las cosas menudas una gran afirmaci¨®n de vida".
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