"No queremos hacer da?o a nadie"
?Que si tengo ganas de volver a coger el cami¨®n? Mire, le ser¨¦ sincero: yo ya me canso s¨®lo de mirarlo. Lo ¨²nico que de verdad deseo es llegar a la jubilaci¨®n". Habla Carlos Morante, un vehemente c¨¢ntabro de 57 a?os. Repantigado en un sill¨®n, con las marcas de la fatiga grabadas en el rostro, Morante es uno de los 75 camioneros espa?oles constituidos en asamblea permanente en un hotel pr¨®ximo a la estaci¨®n de Chamart¨ªn. Hasta que la Administraci¨®n no alcance un acuerdo con el comit¨¦ de huelga, de all¨ª, dicen, no se mueve nadie.Menos mal que el de Torrelavega se dice bien acompa?ado. Carlos comparte mesa y espera con su amigo y paisano Fernando Puras, tambi¨¦n sobrado, a sus 59 a?os, de millas a la espalda. Ambos son los m¨¢s veteranos en el comit¨¦ de paro, y, quiz¨¢ por eso mismo, los m¨¢s esc¨¦pticos. "Yo llevo muchos disgustos al volante", apunta Puras. Y recuenta: "Dos infartos, dos hernias discales y una trombosis. El de un camionero es el dinero m¨¢s amargo que pueda comer nadie".
Fernando Puras fue, en la d¨¦cada de los setenta, el primer presidente de Asentra, la asociaci¨®n que inici¨® las reivindicaciones de los transportistas aut¨®nomos. Eran a?os, rememora, de peleas con los gobernadores civiles y noches de humedad y zozobra en los calabozos. "Lo triste es que, 20 a?os despu¨¦s, seguimos igual de mal", le interrumpe Morante. "Y uno ya no conf¨ªa en jubilarse a los 60, ni en nada de nada".
As¨ª las cosas, cada cual se busca los garbanzos como puede. La esposa de Puras se ha puesto a trabajar, y aun con esas no resulta f¨¢cil sacar adelante a sus cuatro churumbeles; la de Morante cuida 11 vacas y 30 gallinas, adem¨¢s de a su anciano padre, de 98 a?os. Lejos quedan los tiempos en que un cami¨®n mediano, de diez o doce toneladas, daba de comer a un par de familias.
S¨®lo en un momento los dos viejos camioneros parecen titubear. ?Y los expedientes de regulaci¨®n de empleo que est¨¢ originando esta huelga?, se les pregunta. "No queremos hacer da?o a nadie", se sobrepone Fernando Puras, "pero muchos de nosotros, cuando acabe todo esto, tampoco podremos arrancar". La vuelta al asfalto, en cualquiera de los casos, siempre ser¨¢ dura.
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