Bienvenido a la aburrida 'postmovida'

De ganar esa carrera de obst¨¢culos, que es la vida, ha regresado Sabino M¨¦ndez, guitarrista, compositor y otrora alter ego del Loquillo que m¨¢s impact¨®; y lo hizo exhibiendo lo mejor de s¨ª mismo: un estupendo pu?ado de canciones y una profunda conexi¨®n con el centro neur¨¢lgico y creativo de aquellos a?os de movida, que tanto cambiaron la faz musical espa?ola, mal que les pese a los que ahora se empe?an en que nunca existi¨®. Sabino se present¨® acompa?ado de una esforzada banda, cuyo nivel nada tiene que ver con los est¨¢ndares de calidad de las megaestrellas actuales, pero que se ha empapado los principios fundamentales del rock urbano espa?ol de los a?os setenta -Burning-, de los que M¨¦ndez es profundo deudor. Como armas fundamentales, el artista catal¨¢n exhibi¨® una voz personal, aunque tal vez carente de la espectacularidad necesaria para un mayor calado, y, sobre todo, con unos temas que rayan en lo maravilloso -Hemingway, El compromiso social del artista ja,ja, ja, S¨¢bado, Son novedad en el para¨ªso...-, todas ellas pre?adas de emoci¨®n, poes¨ªa callejera y una visi¨®n del mundo desde el lado de los perdedores cotidianos. Tambi¨¦n hubo homenajes a Albert Pl¨¢, Marc Parrot, y los argentinos Moris y Charly Garc¨ªa. Bienvenido Sabino M¨¦ndez y a ver si su llegada consigue animar un poco el cotarro, que bastante-aburrida est¨¢ la postmovida.