ELA reacciona ante el asesinato de su afiliado denunciando al Gobierno
El sindicato nacionalista ELA reaccion¨® ayer al asesinato por ETA de su afiliado Javier G¨®mez denunciando al Gobierno "por la parte de responsabilidad que a su actitud cerrada e inmovilista le corresponde en la prolongaci¨®n y agudizaci¨®n del conflicto". Tras subrayar que la v¨ªctima era una persona comprometida con el acercamiento de los presos vascos a Euskadi, la comisi¨®n ejecutiva de ELA, que mantiene una alianza estrat¨¦gica con LAB, sindicato de HB, se ratific¨® en su compromiso con "la b¨²squeda de v¨ªas de soluci¨®n".
En el comunicado difundido a media tarde, la direcci¨®n de ELA proclama: "Nuestra reivindicaci¨®n del di¨¢logo y la negociaci¨®n y nuestro empe?o en buscar espacios de distensi¨®n se mantienen m¨¢s firmes que nunca". El sindicato nacionalista reprocha a ETA el atentado y le pregunta "en qu¨¦ ayuda esta muerte a la lucha por los derechos de los presos vascos" y "a qu¨¦ causa de libertad nacional contribuye el asesinato de un sindicalista vasco".Tras se?alar que "ninguna muerte tiene justificaci¨®n porque ninguna vida tiene precio", ELA afirma, utilizando la terminolog¨ªa propia del movimiento para la mediaci¨®n Elkarri, que "ETA ha matado a un militante de la distensi¨®n, a una persona comprometida activamente con la humanizaci¨®n de las consecuencias del conflicto, que precisamente por ello no ha tenido reparo en enfrentarse abiertamente con la pol¨ªtica dictada por Instituciones Penitenciarias".
Frente de 'makos'
Desde que ETA reabri¨® el "frente de makos" (c¨¢rceles) con el secuestro de Jos¨¦ Antonio Ortega, el temor se ha instalado en la prisi¨®n de Martutene pese a que en este centro penitenciario s¨®lo hay una veintena de reclusos de la banda terrorista de un total de 270 internos. Javier G¨®mez es el tercer funcionario de la prisi¨®n de Martutene muerto a manos de la banda terrorista, que ya asesin¨® en 1990 al funcionario Angel Mota, y al educador Jos¨¦ Ram¨®n Dom¨ªnguez Murillo en 1993. Desde 1983, ETA ha matado a seis personas relacionadas con instituciones penitenciarias.
No es de extra?ar pues que, al igual que el resto del centenar de empleados de la prisi¨®n de Martutene tambi¨¦n Javier G¨®mez adoptara medidas de autodefensa como mirar debajo del coche y no seguir un horario o un itinerario regular.
G¨®mez cambi¨® de domicilio hace menos de un a?o pero es posible que considerara muy poco probable que ETA llegara a atentar contra ¨¦l. Afiliado a ELA y simpatizante nacionalista y del movimiento Elkarri, Javier G¨®mez era un decidido partidario del di¨¢logo y la negociaci¨®n con ETA. Como psic¨®logo de la c¨¢rcel desde hace 13 a?os, mantuvo contactos profesionales con Mikel Otegi, el autor de la muerte de los dos ertzainas absuelto recientemente por un jurado popular, y con una hermana de Irantzu Gallastegi Sodupe, la activista que presuntamente particip¨® ayer en su asesinato.A mediados de marzo del pasado a?o, dos meses despu¨¦s del secuestro de Jos¨¦ Antonio Ortega, ETA envi¨® a la secci¨®n de prisiones de ELA y del resto de los sindicatos una carta en la que indicaba que si abandonaban la "estrategia represiva para con los presos pol¨ªticos vascos, ETA responder¨¢, sin ning¨²n g¨¦nero de dudas, con un gesto de las mismas caracter¨ªsticas" y no considerar¨ªa a los funcionarios de Martutene "como objetivos".
Fueran cuales fueran los grados de convicci¨®n en los planteamientos propios, no puede decirse que Javier G¨®mez y su hermano, responsable de ELA en Martutene, no hayan hecho todo lo posible en este tiempo para ayudar a lo que se ha llamado en Euskadi la "din¨¢mica de distensi¨®n".
El hermano del asesinado ha intervenido activamente en los contactos sindicales con Instituciones Penitencias defendiendo el acercamiento y la negociaci¨®n con los presos designados por la direcci¨®n de ETA. ELA- ha jugado a fondo en este terreno calificando de ilegal la dispersi¨®n, impulsando la alianza estrat¨¦gica con LAB y desmarc¨¢ndose del resto del sindicatos, actitud que, como ayer mismo en Martutene, ha provocado no pocos enfrentamientos dial¨¦cticos.El desconcierto reflejado ayer en la pancarta "As¨ª no se puede" sostenida por los afiliados de ELA no tiene en cuenta que para ETA Javier G¨®mez era ¨²nica y exclusivamente un funcionario de prisiones, un objetivo m¨¢s que como tal carece de rostro propio. El pr¨®ximo viernes, en Andoain, organizada por el PNV, el secretario general de ELA, Jos¨¦ Elorrieta, tiene prevista una charla con el t¨ªtulo: "ELA y LAB, buscando nuevos caminos".
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