Litros de cerveza celebran a san Patricio

Irlanda ha hecho patria en Madrid. Y lo ha conseguido conquistando el paladar de los madrile?os a golpe de pintas de cerveza negra. La capital es la ciudad espa?ola que cuenta con mayor n¨²mero de tabernas irlandesas. Cuenta la leyenda que san Patricio, patr¨®n de Irlanda, introdujo en el siglo V el cristianismo en este pa¨ªs y, cogiendo un tr¨¦bol de la tierra -actual s¨ªmbolo de la naci¨®n-, explic¨® a sus habitantes el misterio de la Sant¨ªsima Trinidad. El 17 de marzo festejan a este santo, y es una fecha genuina para conocer estos locales en plena efervescencia.De los aproximadamente cuarenta bares irlandeses instalados en Espa?a, Madrid cuenta actualmente con unos veinte. Siguiendo su tradici¨®n emigrante, Irlanda se ha instalado prioritariamente en la capital, y lo ha hecho por la v¨ªa m¨¢s l¨²dica de la Villa y Corte. Sin embargo, no hay que caer en equ¨ªvocos. Para tener aut¨¦ntico pedigr¨ª no basta tan s¨®lo con expender cervezas elaboradas en la verde Er¨ªn.

Los puristas exigen decorados t¨ªpicos, m¨²sica celta, ser atendidos por camareros oriundos y ambiente tranquilo que invite a la charla. Son los toques genuinos para estos recintos, en los que se puede degustar una pinta -el equivalente a 0,568 litros- de cerveza negra, tostada o rubia por unas 525 pesetas.

The Quiet Man fue el pionero hace cuatro a?os. Posteriormente, otros establecimientos comenzaron a proliferar porque detr¨¢s de este escaparate festivo se encuentra tambi¨¦n una estrategia empresarial cuidadosamente planteada. Seg¨²n Alfredo Cuevas, propietario de la taberna Molly Malorie, "en Espa?a era dif¨ªcil introducir la cerveza negra. Tan s¨®lo le pusieron un bonito envoltorio".

Uno de los responsables de este peculiar embalaje es la multinacional Guinness. Esta empresa proporciona el proyecto de decoraci¨®n, da el visto bueno a la estructura arquitect¨®nica y al emplazamiento, e imparte un cursillo a los trabajadores. Adem¨¢s, se encarga de proporcionar el mobiliario, que es importado de Irlanda.

Son nueve los locales que Guinness tutela en Madrid, y est¨¢n a punto de inaugurar otros dos. Pero no act¨²an en solitario. Murphy's, su competencia directa en Irlanda, cuenta con tabernas como Finn McCool, The Irish Man o The Irish Rover. Este ¨²ltimo reproduce una calle irlandesa de principios de siglo en miniatura y se desmarca de la t¨®nica general porque hay m¨¢s algarab¨ªa y ambiente de copas.La venta de productos de estas empresas es el peaje que tienen que pagar los propietarios de los locales. Algunos tan ecl¨¦cticos como La Fontana de Oro, que, fundada en 1812, experiment¨® una reconversi¨®n hace tres a?os en taberna irlandesa, pero sigue ofreciendo cocido madrile?o al mediod¨ªa. Geografic Club tambi¨¦n ha instalado un restaurante de cocina internacional.

Y todos triunfan. Seg¨²n Elma Kileen, asesora de alimentos de Irlanda, un organismo dependiente del gobierno irland¨¦s, "hac¨ªan falta lugares donde tomar algo tranquilamente. El ¨¦xito es debido a que funcionan tambi¨¦n como centros sociales donde la gente va a encontrarse con sus amigos".

Diversas competiciones -desde los dardos al quiz , una especie de trivial pursuit- y tambi¨¦n la gastronom¨ªa contribuyen a crear ese ambiente. El estofado irland¨¦s de patatas y carne o el irish brunch ( desayuno tard¨ªo a base de huevos, salchichas y morcilla) son dos preparaciones t¨ªpicas que algunos suelen ofrecer. Inclu¨ªdo el buey importado de Irlanda.