Un estudio sugiere que el mal de las 'vacas locas' no se erradicar¨¢ hasta el a?o 2010
El 90% de la caba?a brit¨¢nica ha tenido contacto con la enfermedad
La enfermedad de las vacas locas puede no ser erradicada del Reino Unido por lo menos hasta el a?o 2010. En cuanto a los animales susceptibles de desarrollarla -en especial las cr¨ªas de reses infectadas- deber¨ªan ser sacrificados para evitar que se prolongue a¨²n m¨¢s. Esta conclusi¨®n es sugerida por un estudio de la Universidad de R¨¦ading, al cual se le une otro an¨¢lisis que asegura que el 90% de los nueve millones de reses brit¨¢nicas pertenece a reba?os que han presentado por lo menos un caso cl¨ªnico de encefalopat¨ªa espongiforme bovina (EEB) en los ¨²ltimos ocho a?os.
El trabajo publicado por Reading asesta un duro golpe a las expectativas brit¨¢nicas de reanudar lo antes posible las exportaciones de carne de vacuno procedente de reba?os libres de la encefalopat¨ªa. Para lograrlo, Londres ha asegurado a la Comisi¨®n Europea que la enfermedad desaparecer¨¢ de forma natural hacia el a?o 2001. Con los nuevos datos en la mano incluso si ello fuera posible, -y Douglas Hogg, ministro de Agicultura, lo ha convertido en uno de sus principales objetivos pol¨ªticos-, la industria c¨¢rnica apenas si lo notar¨ªa. El pasado a?o, el veto impuesto por la UE acab¨® con un mercado exportador que mueve 100.000 millones de pesetas anuales. El mismo sigue a¨²n moribundo.Pero el nuevo estudio cala a¨²n m¨¢s hondo en la crisis provocada por las vacas locas. Los primeros resultados fueron ofrecidos al Gobierno en marzo pasado a trav¨¦s del Servicio Veterinario de Investigaci¨®n Epidemiol¨®gica y Econ¨®mica, de probada reputaci¨®n mundial.
Sin respuesta
Tanto Douglas Hogg como su colega de Sanidad, Stephen Dorrell y el veterinario jefe , Keith Meldrum, declinaron entonces recibirlo. "Nos sorprendi¨® tanto no obtener respuesta ,alguna a nuestras misivas que hemos decidido publicarlo igual. El consumidor tiene derecho a saber estas cosas", ha dicho Nick Short, uno de los investigadores de Reading.
Agricultura puntualiza que corresponde al comit¨¦ consultivo sobre la encefalopat¨ªa bovina interpretarlos. A su favor recuerda que el n¨²mero de casos confirmados es cada vez menor, 7.709 el pasado a?o- contra 37.000 en 1992, y 166.000 reses han sido ya sacrificadas.
Para la comunidad cient¨ªfica el legado de la enfermedad es de igual importancia y marcar¨¢ tambi¨¦n el pr¨®ximo siglo. De ah¨ª que los investigadores del departamento de Agricultura de Reading hayan seguido su incidencia en reba?os s¨®lo con varias cabezas infectadas. Utilizando un modelo inform¨¢tico que ha calculado la evoluci¨®n de la encefalopat¨ªa entre dichas reses, los autores concluyen que la transmisi¨®n materna "es la clave del progreso a largo plazo del mal mismo". Identificar a los animales enfermos o susceptibles de estarlo por tener una madre infectada, y pensar en sacrificarlos, constituye una de las formas m¨¢s efectivas de evitar transmisiones futuras, en su opini¨®n.
El comit¨¦ consultivo que eval¨²a esta enfermedad para el Gobierno brit¨¢nico discuti¨® de nuevo ayer el contagio materno de las reses, una forma admitida s¨®lo el pasado a?o como factible por el Ministerio de Agricultura.
Con la campa?a electoral a todo gas, otros c¨¢lculos independientes sobre la incidencia de la enfermedad no reciben estos d¨ªas demasiada atenci¨®n. Uno de ellos, efectuado por el investigador Stephen Dealler arroja, sin embargo, una cifra demoledora: m¨¢s del 90% de los nueve millones de reses brit¨¢nicas pertenece a reba?os que han presentado por lo menos un caso cl¨ªnico de EEB en los ¨²ltimos ocho a?os.
Las zonas m¨¢s oscuras creadas hasta ahora por el mal afectan en especial a las personas contagiadas por su equivalente humano, el de Creutzfeldt-Jakob. Seg¨²n el grupo de apoyo organizado por las familias hay 17 casos "probables", en t¨¦rminos oficiales, debidos al consumo de carne de vacuno infectada. Las precauciones tomadas con la m¨¦dula espinal y el cerebro, que son desechados, han reducido la posibilidad del contagio humano. De todos modos, los expertos no se ponen de acuerdo acerca del posible grado de infecci¨®n presente en los dem¨¢s tejidos que s¨ª entran en la cadena alimentaria.
Por otro lado, ning¨²n microbi¨®logo sabe a ciencia cierta si la prote¨ªna (pri¨®n) caracter¨ªstica de esta encefalopat¨ªa la desencadena en los pacientes, o es m¨¢s bien su acumulaci¨®n en forma de placas cerebrales. John Collinge, que en 1996 present¨® la similitud de la r¨²brica molecular de las mismas, tanto en la EEB como en el mal de Creutzfeldt-Jakob, supone que no habr¨¢ un tratamiento efectivo hasta dentro de una d¨¦cada.
[El primer ministro John Major renov¨® ayer en la ciudad inglesa de Tavistock su petici¨®n a la UE de que levante el embargo impuesto al vacuno brit¨¢nico, informa Reuter].
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