Gerry Adams quiere volver a Westmister
Las partidarios del IRA aspiran a tres esca?os en el Parlamento
Gerry Adams duda un instante antes de contestar la pregunta. ?Ocupar¨¢ su esca?o en el Parlamento de Westminster si es elegido diputado el 1 de mayo? "Tenemos que defender nuestra causa, pero no podemos jurar obediencia a la reina brit¨¢nica. ?Lo har¨ªa usted siendo espa?ola?". Rodeado de guardaespaldas y acompa?ado por el tambi¨¦n candidato del Sinn Fein Gerry Kelly, el presidente del partido republicano que representa al IRA hace campa?a en Lurgan, un pueblo grande de Upper Bann, una circunscripci¨®n inalcanzable para los nacionalistas, cuyo diputado en el Parlamento brit¨¢nico es David Trimble, el l¨ªder del principal partido protestante en Irlanda del Norte.Al contrario que en Gran Breta?a, las oscilaciones de voto en una provincia marcada por las divisiones sectarias son siempre peque?as. El margen de sorpresa electoral es casi insignificante. Dos docenas de militantes republicanos, algunos con sus familias, han recibido hace unos instantes a la peque?a comitiva. Adams y Kelly, alt¨ªsimos y distinguidos, emergen del peque?o tumulto como dos estrellas de Hollywood. Trajes oscuros y el lazo verde irland¨¦s en la solapa de chaquetas bien cortadas. Una anciana de pelo blanco acapara al l¨ªder del Sinn Fein. Le tiende un ejemplar de su autobiograf¨ªa Before the Dawn (Antes del alba). El l¨ªder del Sinn Fein saca su pluma y escribe unas palabras. Otros le ofrecen el programa electoral de la candidata republicana por Upper Bann, Bernadette O'Hagan, para que estampe su firma. El l¨ªder sonr¨ªe con inmensa dentadura.
?Tiene esperanzas de superar al, candidato nacionalista moderado Joe Hendron en la circunscripci¨®n de West Belfast? "No estoy seguro, veremos qu¨¦ pasa". El ¨²nico sondeo a mano es el que proporcionan los resultados de las elecciones al foro de la paz celebradas en mayo pasado. En aquella ocasi¨®n Adams super¨® en unos 4.000 votos a Hendron, con un lema muy similar al que figura hoy en la propaganda electoral del Sinn Fein: "Una nueva oportunidad a la paz". ?Le perjudica al partido la reciente escalada de atentados del IRA en Gran Breta?a? Uno de los militantes locales que escolta a Adams se r¨ªe. "Es la mejor forma de que en Londres se acuerden de que existimos", dice el presidente.
Despu¨¦s del descalabro del proceso de paz, el Sinn Fein se juega mucho en estas elecciones. El partido, que desde 1992 no tiene ning¨²n esca?o en Westminster, aspira a conseguir tres: el de Adams en West Belfast, el de Martin McGuinness, n¨²mero dos del partido, en Mid-Ulster y, con un mucho de, suerte, el que busca Pat Doherty en West Tyrone. Todos, salvo el ¨²ltimo, a expensas de candidatos del Partido Socialdem¨®crata y Laborista, en el mismo sector nacionalista, aunque moderado.
La comitiva del l¨ªder republicano avanza calle arriba hacia el centro de Lurgan, no muy lejos de Portadown, donde el verano pasado se produjeron violentos incidentes entre los integrantes de una marcha de la Orden de Orange y los residentes cat¨®licos de la calle por la que cruzaba.
Bernadette O'Hagan, una poco veros¨ªmil candidata de 70 a?os, con seis hijos y nueve nietos, se lamenta de la represi¨®n que sufre la comunidad cat¨®lica. "No podemos celebrar actos pol¨ªticos en el centro. ?Cree usted que hay derecho a eso?"'. En la plaza mayor, el grupo se detiene apenas superado un trecho de cien metros. No es territorio amigo. "?Anda, si es Gerry Adams!". Unas ni?as con uniforme escolar se acercan al l¨ªder. Querr¨ªan un aut¨®grafo. Alguien les tiende unas hojas de propaganda electoral y Adams escribe en ellas, nuevamente, su nombre.
El culto a la personalidad que se ha creado en torno al presidente del Sinn Fein no parece molestar al principal afectado aunque, repentinamente, parecen faltarle las palabras. Tampoco hay demasiado que decir. El esca?o de Upper Bann no ser¨¢ para Bernadette O'Hagan por m¨¢s que Adams haya desafiado al pueblo de Lurgan con este paseo rel¨¢mpago. En el Ulster hace tiempo que los votos est¨¢n contados ya.
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