Los abogados del joven apu?alado en Costa Polvoranca exculpan al portero del bar

Los dos abogados que ejercen la acusaci¨®n particular en el caso Costa Polvoranca (la muerte de una cuchillada en el coraz¨®n del joven Ricardo Rodr¨ªguez, de 20 a?os) exculparon ayer de toda responsabilidad a David Garc¨ªa, el portero del bar frente al que se produjo el crimen en mayo de 1995. Al principio del juicio le acusaban de ser una de las personas que golpearon a Ricardo, pero ayer, pen¨²ltima sesi¨®n de la vista que se celebra en la Audiencia Provincial, optaron por exonerarle. Consideran que "hay dudas" sobre su intervenci¨®n en la brutal agresi¨®n.

Los abogados se basan en que durante la vista han sido m¨¢s cre¨ªbles y mayoritarios los testimonios que indican que el portero del bar Donqui se limit¨® a separar a unos y otros durante la agresi¨®n que cost¨® la vida a Ricardo. Este alegato de los abogados fue lo m¨¢s destacado de la d¨¦cima sesi¨®n del juicio por el crimen de Costa Polvoranca, que se reanud¨® ayer tras una semana de receso y que, previsiblemente, hoy quedar¨¢ visto para sentencia.Tras la declaraci¨®n, ayer, del ¨²ltimo testigo, el fiscal y los abogados de la acusaci¨®n (Carlos Aguilar, en nombre de la Asociaci¨®n J¨®venes contra la Intolerencia, y Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, en nombre de la familia de la v¨ªctima) expusieron sus conclusiones sobre lo ocurrido aquella fat¨ªdica noche y las penas que, seg¨²n ellos, debe imponer el tribunal a los siete acusados.

Las diferencias entre el fiscal y los abogados de la acusaci¨®n son notables. El primero considera que Jos¨¦ Crist¨®bal Castej¨®n, El Mallorqu¨ªn (el cabecilla y presunto autor de la mortal cuchillada), debe ser condenado por un delito de homicidio (acuchill¨® a Ricardo en el coraz¨®n) y otro de lesiones graves (propin¨® otro navajazo, en la nalga, a Ra¨²l Tomillo, amigo del fallecido). El Mallorqu¨ªn admite haber dado el navajazo en la nalga a Ra¨²l, pero niega ser el autor de la cuchillada en el coraz¨®n.

El fiscal no da cr¨¦dito a la versi¨®n, ofrecida en el juicio por El Mallorqu¨ªn y algunos testigos, de que el autor del mortal navajazo fue el portero del Donqui. Es m¨¢s, ha pedido al tribunal que, cuando redacte la sentencia, ordene que se investigue por falso testimonio a uno de ellos, ?ngel Manuel P¨¦rez. Coment¨® ayer el fiscal que nunca antes hab¨ªa o¨ªdo a alguien mentir con semejante frialdad e irreverencia en un juicio.

Para el fiscal hay pruebas sobradas de que El Mallorqu¨ªn fue el autor de la cuchillada en el coraz¨®n: la navaja con que reconoce haber apu?alado a Ra¨²l Tomillo "es compatible" con la que perfor¨® el estern¨®n de Ricardo y le raj¨® el coraz¨®n. Tras el crimen, a?adi¨® el fiscal, se afeit¨® la perilla y fue el ¨²nico que se escondi¨® de la polic¨ªa. Adem¨¢s, existen testimonios que indican que El Mallorqu¨ªn fue la ¨²ltima persona que se acerc¨® por detr¨¢s a Ricardo instantes antes de que ¨¦ste cayese desplomado al suelo. Tambi¨¦n aport¨® el fiscal otro dato incriminatorio: El Mallorqu¨ªn es diestro. Los peritos explicaron en el juicio que el autor de la cuchillada tuvo que ser necesariamente una persona diestra. David Garc¨ªa, el portero, es zurdo. El fiscal dedic¨® algunos pasajes de su exposici¨®n a Alberto Villar. No era de la banda de El Mallorqu¨ªn, pero s¨ª estaba en el bar aquella noche y, seg¨²n el acusador p¨²blico, golpe¨® con una pistola a Ricardo en la cabeza, cuando el muchacho agonizaba en el suelo con el coraz¨®n partido.

Razonamientos

Tras estos razonamientos, intervinieron los abogados de la acusaci¨®n. ?stos fueron m¨¢s lejos que el fiscal. Para ellos, El Mallorqu¨ªn no es un homicida: es un asesino (le piden un total de 56 a?os de c¨¢rcel). Agarr¨® por detr¨¢s con una mano a la v¨ªctima, sin que ¨¦sta pudiera defenderse, y le clav¨® el pu?al con la otra. Otra discrepancia entre el fiscal y los abogados de la acusaci¨®n se centra en el grado de participaci¨®n de los otros: opinan los abogados que el menor Antonio B. y F¨¦lix Chaves, amigos de El Mallorqu¨ªn, cooperaron en el asesinato y que, por tanto, s¨®lo cabe imputar a ambos tal delito, en un caso atenuado por su minor¨ªa de edad. El fiscal cree que s¨®lo hay un homicida, El Mallorqu¨ªn, y que los otros s¨®lo cometieron lesiones. Otra discrepancia radica en el grado de responsabilidad del tambi¨¦n menor Andr¨¦s M., entonces de 15 a?os. El fiscal le pide seis meses por ayudar a ocultar la navaja asesina. Los abogados consideran que se le debe exculpar.