Una muestra recoge la legendaria belleza de la plater¨ªa virreinal peruana a trav¨¦s de 153 piezas

Ayer se inaugur¨® al p¨²blico, en la sala de exposiciones del Banco Bilbao Vizcaya de Madrid (Castellana, 81), la exposici¨®n titulada Plater¨ªa del Per¨² virreinal, 1535-1825, una ambiciosa muestra que ha sido patrocinada y organizada por el propio banco espa?ol y el Continental de Per¨². La exposici¨®n, cuyo comisariado ha estado en manos de la profesora de la Complutense Cristina Esteras, consta de 153 piezas de plata y oro, procedentes de muy diversas colecciones p¨²blicas y privadas de toda Am¨¦rica y, naturalmente, tambi¨¦n de Espa?a.

La ambici¨®n de la muestra no s¨®lo descansa en el n¨²mero de las piezas de metales preciosos reunidas para la ocasi¨®n, ni tampoco en el arco cronol¨®gico abarcado, que es pr¨¢cticamente todo el periodo colonial, casi tres siglos, sino tambi¨¦n en el esfuerzo para que hubiera representaci¨®n en la misma de todos los centros o escuelas locales y, sobre todo, de la riqu¨ªsima tipolog¨ªa de objetos. En este sentido, ha sido un sobresaliente acierto de la comisaria su empe?o en que predominasen las obras de car¨¢cter profano o civil, que, en efecto, son 97, aproximadamente las dos terceras partes de lo exhibido, pues es lo que menos se suele ense?ar en comparaci¨®n de la mejor conocida plater¨ªa religiosa. Eso no quiere decir, desde luego, que esta ¨²ltima est¨¦ poco representada, ni tampoco que la pieza m¨¢s valiosa de este rico conjunto no sea la Corona de la Virgen de la Asunci¨®n, de la catedral de Arequipa, realizada hacia la mitad del siglo XVIII por el platero Marcos del Carpio, en oro y piedras preciosas.No hace falta ser un experto en Espa?a para intuir, con la sola ayuda del lenguaje, coloquial, la extra ordinaria importancia del oro y la plata peruanos y sus legendarios labrados. Me refiero a expresiones como "valer un Potos¨ª" o "hacer un Per¨²", que ya indican muy a las claras la m¨ªtica resonancia de las fortunas en metales preciosos. Pero no se trata s¨®lo de la existencia de yacimientos argent¨ªferos en el virreinato peruano, sino de la asombrosa habilidad de los primitivos plateros incas, de la que se hac¨ªan lenguas los primeros colonizadores espa?oles. Obviamente, sobre esta base cultural y las nuevas t¨¦cnicas r¨¢pidamente asimiladas de Espa?a, los artesanos ind¨ªgenas hicieron maravillas. Su pericia en la fabricaci¨®n y el tratamiento de toda suerte de artes utilitarias, las de la cer¨¢mica, los textiles y la madera, adem¨¢s de la plater¨ªa, fue proverbial.Este peculiar sincretismo t¨¦cnico, est¨¦tico e ic¨®nico lleg¨® a sobrevivir hasta muy avanzado el XVIII, cuando se cre¨® el virreinato del R¨ªo de la Plata (1776) y se produjo la rebeli¨®n de Tupac Amaru (1781), hechos que convulsionaron todo el proceso hist¨®rico, ya a las puertas del mundo contempor¨¢neo.

Con estos pocos datos se entiende que el momento estelar de la plater¨ªa virreinal peruana fue durante el siglo XVIII, momento en el que el arte iberoamericano llega a la perfecta conjunci¨®n entre un estilo formal delirantemente barroco y el insaciable gusto ind¨ªgena por el abigarramiento de infinitos labrados hasta lograr la m¨¢s formidable y fascinante red que haya podido generar el principio del horror vacui. Aunque la muestra recoge valiosas manifestaciones de. obras de los siglos XVI y XVII, e incluso un esbozo de lo que se produjo a comienzos del XIX, se centra l¨®gicamente en ese espl¨¦ndido siglo XVIII.

Variedad tipol¨®gica

No quiero terminar sin hacer una menci¨®n un poco mas precisa acerca de lo que aporta esta exposici¨®n desde el punto de vista de la variedad tipol¨®gica. Y es que en ella hay ejemplares que desbordan las expectativas al respecto, que suelen referirse a objetos m¨¢s convencionales, como vasos, copas, jarros cofres o las muy curiosas variantes locales de cajas, porque junto a toda esta clase de objetos, y los tambi¨¦n m¨¢s comunes del culto religioso, se nos ofrecen las imaginativas de la joyer¨ªa, del bell¨ªsimo enjaezamiento de los caballos o de los sahumadores.

En resumidas cuentas, que el visitante se encuentra con un precioso y muy did¨¢ctico inventario de prototipos, t¨¦cnicas y escuelas de la plater¨ªa virreinal peruana, una de las manifestaciones m¨¢s exquisitas de la mejor artesan¨ªa hist¨®rica.