Mobutu impone el toque de queda en Kinshasa ante la proximidad de las tropas rebeldes
Hay gran nerviosismo en Kinshasa. Muy pocos conf¨ªan ya en una soluci¨®n negociada y pac¨ªfica a la crisis cuando las avanzadillas de los rebeldes de Laurent Kabila se aproximan a la capital de Zaire. Hasta el primer ministro, el general Likulia Bolongo, parece hallarse entre los m¨¢s pesimistas. Ayer decret¨® el toque de queda (de ocho de la tarde a seis de la ma?ana) en Kinshasa y llam¨® a los civiles a defenderla con las armas. Es la respuesta desesperada al avance rebelde, que ha roto a l¨ªnea de defensa del r¨ªo Kwango. Ya est¨¢n en la provincia de Kinshasa, a un centenar de kil¨®metros de Mobutu Sese Seko.
Cuatro personas resultaron muertas y otras seis heridas anoche a causa de una explosi¨®n -de "una bomba", seg¨²n el Gobierno- en una embarcaci¨®n procedente de Brazzaville que se encontraba fondeada en el puerto de Kinshasa. En este ambiente de tensi¨®n, Kabila y Mobutu tienen previsto reunirse de nuevo hoy bajo la mediaci¨®n surafricana. Pocos conf¨ªan en que la cumbre se llegue a celebrar. "Es. la ¨²ltima oportunidad para una soluci¨®n negociada", asegur¨® ayer Thabo Mbeki, el vicepresidente surafricano que trata de evitar, por encima de todos los obst¨¢culos, el colapso total de las conversaciones a bordo del Outeniqua. "Si ¨¦stas no se celebran, tan s¨®lo quedar¨¢ la soluci¨®n militar", advierte.Pese a este empe?o, los surafricanos no van a forzar, a cualquier precio, la reuni¨®n entre Mobutu y Kabila. El portavoz de Mbeki lo resumi¨® con claridad: "Queremos que haya un acuerdo marco sobre el modelo de Gobierno de transici¨®n antes de empezar a negociar". El pacto previo, que evite el espect¨¢culo de otro fracaso, incluye el asunto clave: qui¨¦n va a presidir el periodo que conduce a las elecciones democr¨¢ticas antes de 15 meses. Esta frase, que parece poner en duda la celebraci¨®n del mismo encuentro, se compensa con otra del mismo portavoz en la que dice que ambos han acercado sus posiciones.
Ese acercamiento del que hablan los surafricanos podr¨ªa plasmarse en la figura del arzobispo de Kisangani, Laurent Monsengwo, designado el s¨¢bado presidente del Parlamento provisional, cargo que le transforma en sucesor constitucional de Mobutu. La reacci¨®n de la oposici¨®n, del propio Kabila y de la calle han dejado casi muerta esta opci¨®n legalista. "Monsengwo es un traidor al pueblo zaire?o. Lo que queremos es un cambio total, no m¨¢s mobutismo", dice un joven que se niega a revelar su nombre. La prensa local es muy dura. "Presi¨®n a Mobutu y a su prelado", titulaba ayer El Faro.
"Hay un vac¨ªo de poder evidente. Estamos ya al final. Esto es una cuesti¨®n de d¨ªas", dice un diplom¨¢tico occidental. Son varias las embajadas que piensan lo mismo. Est¨¢n sacando de la ciudad los ¨²ltimos restos de su personal no imprescindible. "Ni uno s¨®lo de los 137 espa?oles [monjas y misioneros] que. viven en Kinshasa se ha dirigido a nosotros para solicitar su evacuaci¨®n", asegura el embajador Jos¨¦ Antonio Bordallo. "Es una decisi¨®n que cada uno debe tomar, yo s¨®lo puedo trasladarles las recomendaciones del Ministerio de Exteriores". Pese a ello, ayer llegaron seis geos m¨¢s a la capital, elevando a 10 su n¨²mero, para tener garantizada la seguridad de la comunidad espa?ola.
La ruptura del. frente del r¨ªo Kwango es muy importante. Ayer, la radio de Kabila anunci¨® que sus primeras tropas hab¨ªan entrado ya en las afueras de Kinshasa, sin que ning¨²n portavoz gubernamental lo confirmase.
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