Alemania siente que se tambalean los dos pilares de la construcci¨®n europea
La victoria socialista y la crisis de las finanzas internas, con grave repercusi¨®n sobre la estabilidad de a coalici¨®n de centro-derecha entre democristianos y liberales, extienden por Alemania la sensaci¨®n de que los dos pilares de la futura uni¨®n monetaria europea a uno y otro lado del Rin, Francia y Alemania, se tambalean. Los comentaristas se pronuncian ya abiertamente a favor de un aplazamiento del euro, y desde Baviera, pol¨ªticos de la Uni¨®n Socialcristiana (CSU) advierten que no se pueden suavizar los criterios de convergencia establecidos en el Tratado de Maastricht porque "la estabilidad tiene prioridad sobre la velocidad".
Al mismo tiempo, la oposici¨®n -socialdem¨®cratas y Los Verdes- sienten el viento a favor que llega de Francia. Los jefes de los grupos parlamentarios Rudolf Scharping (SPD, socialdem¨®cratas) y Joschka Fischer (Los Verdes), anunciaron ayer que presentar¨¢n ma?ana en el Parlamento Federal (Bundestag) una moci¨®n de censura para la destituci¨®n del ministro de Hacienda, Theo Walgel (CSU), y solicitar¨¢n una votaci¨®n nominal sobre el conflicto con el Banco Federal (Bundesbank) acerca de la revaluaci¨®n del oro y las reservas monetarias, que el Gobierno d¨¦ Bonn quiere imponer por ley contra la opini¨®n del banco emisor.El enfrentamiento entre el Gobierno de Kohl y el Bundesbank por la revaluaci¨®n de las reservas de oro y divisas se dirimir¨¢ en el Bundestag ma?ana. Walgel comparecer¨¢ para hacer una declaraci¨®n sobre el tema y la oposici¨®n pedir¨¢ su cabeza. Sin embargo, el ministro de Hacienda no da muestras de nerviosismo y ya antes del fin de semana replic¨® ante las peticiones de dimisi¨®n de la oposici¨®n con un "?Miren como tiemblo!".
Tiene abiertos Walgel casi tantos frentes de combate como huecos en los presupuestos, que le han valido el mote de el se?or de los aguieros. El responasble de Finanzas se enfrenta al Bundesbank por la revaluaci¨®n del oro y las reservas para aplicar el beneficio a reducir la deuda derivada de la reunificaci¨®n alemana.
Con el socio de coalici¨®n, los liberales (FDP), Walgel tambi¨¦n lo tiene mal. El presupuesto para 1998 tiene que estar listo ante el Gabinete para el 2 de julio, pero a Waigel le faltan por lo menos 20.000 millones de marcos (unos 1,7 billones de pesetas). Para cubrir este hueco, podr¨ªa subir los impuestos, pero el FDP se niega.
Dif¨ªcil dilema
Para los liberales, lo ¨²nico que justifica su existencia como partido es su papel como freno a las subidas de impuestos. Tampoco puede Walgel endeudarse, porque Alemania superar¨ªa el l¨ªmite fijado en el Tratado de Maastricht del 3% del Producto Interior Bruto (PIB). Nuevos recortes sociales resultan inviables, porque los bloquea en la segunda c¨¢mara (Bundesrat) la oposici¨®n del SPD y Verdes.
Por si fuera poco, Walgel cuenta con enemigos de peso en el partido que preside, la CSU b¨¢vara. Ayer desde M¨²nich el presidente de Baviera, Edmund Stoiber (CSU), no vacilaba en manifestar su desconfianza y temor ante el enro que toman las cosas en Europa tras la victoria socialista en Francia. Stoiber, un socialeristiano con ciertos toques populistas y enemigo pol¨ªtico de Waigel, se pronunci¨® por la estricta aplicaci¨®n de los criterios de convergencia y la necesidad de un consenso con el Bundesbank.
Walgel se defiende con el argumento de que busca un entendimiento con el Bundesbank y se mostr¨® dispuesto a un compromiso consistente en retrasar hasta 1998 el pago por los beneficios derivados de la revaluaci¨®n del oro y las reservas, pero insiste en la soberan¨ªa del Bundestag para decidir por su cuenta y, en caso necesario, imponer su voluntad al banco central.
No obstante, un miembro del consejo central del banco emisor se apresur¨® ayer por la tarde a responder que consideraba tambi¨¦n inaceptable esta propuesta sugerida por Walgel para tratar de desactivar la seria crisis abierta entre el Gobierno de Kohl y el Bundesbank.
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