La historia se repite
Hasta su victoria de ayer, Carlos Sainz, campe¨®n del mundo en 1990 y 1992, llevaba una eternidad re?ido con el triunfo. En los ¨²ltimos meses hab¨ªa arrastrado una racha negra que le hab¨ªa convertido en protagonista secundario del Mundial, oscurecido por Makinen y McRae, los dos ¨²ltimos campeones. Desde que gan¨® en Indonesia, en 1996, hasta el triunfo de ayer en Grecia, sobre 13 carreras, Sainz sumaba cinco abandonos y seis segundas posiciones, pero ninguna victoria. Y las decepciones hab¨ªan sido frecuentes.La alianza de Sainz con Ford ha ido dando tumbos hata ahora. Pocas veces el coche ha rendido a entera satisfacci¨®n de quien lo conduce, y cuando iba bien siempre faltaba algo -?la suerte de los campeones?- para culminar. En San Remo el a?o pasado, y esta temporada en Montecarlo, en Suecia y en C¨®rcega, Sainz hab¨ªa rozado su triunfo n¨²mero 19. Pero siempre se le escap¨® por poco, por unos neum¨¢ticos, por una min¨²scula aver¨ªa, por...
Hasta que en el Rally Acr¨®polis se rompi¨® la racha, curiosamente igual que ocurri¨® siete a?os atr¨¢s en el mismo escenario y en circunstancias parecidas. En 1990, Sainz tambi¨¦n gan¨® el rally griego -su primer ¨¦xito mundialista- cuando llevaba meses flirteando con la victoria sin conquistarla y m¨¢s la necesitaba. Luego, logr¨® dos t¨ªtulos y victorias en todos los terrenos.
El triunfo de ayer abre nuevos horizontes, aunque plantea un interrogante: ?Qu¨¦ Ford tendr¨¢ Sainz a partir de ahora, el que se averi¨® hasta hundirle al 100 lugar del ¨²ltimo Catalunya, o el perfecto instrumento que le condujo a ganar en Grecia? De la respuesta depende el futuro inmediato.
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