El acuerdo sobre el empleo en la cumbre de Amsterdam despeja el camino el euro
El canciller Kohl se resiste a perder el veto sobre las decisiones de desarrollo social
Los l¨ªderes de la Uni¨®n Europea (UE) alcanzaron ayer en Amterdam un dif¨ªil consenso para completar la uni¨®n monetaria con una dimensi¨®n econ¨®mica y social. Los Quince asumieron las dos grandes propuestas francesas, aunque con cautelas. Se comprometieron a dise?ar una mayor coordinaci¨®n de pol¨ªticas econ¨®micas, abriendo paso a una suerte de Gobierno econ¨®mico europeo. Y acordaron un embri¨®n de pol¨ªticas activas de empleo. Con, Francia satisfecha, Alemania logr¨® la ratificaci¨®n del Pacto de Estabilidad, el mecanismo de sanciones que pretende garantizar la solidez del euro.
La Europa social dio dos pasos importantes. Con un pie, consagr¨® el objetivo de fomentar el empleo, incluso mediante incentivos financieros, en el Tratado revisado de Maastricht, que hoy deber¨ªa obtener la luz verde final del Consejo Europeo. Con el otro, dise?¨® algunos mecanismos para ponerlo en pr¨¢ctica,como la ampliaci¨®n de cr¨¦ditos del Banco Europeo de Inversiones en distintos ¨¢mbitos sociales y tecnol¨®gicos. Al cabo, el empleo se entroniz¨® en la agenda comunitaria con todos los honores. Los Quince decidieron celebrar en octubre una cumbre especial dedicada al asunto. El reequilibrio entre lo econ¨®mico y lo monetario tomar¨¢ al menos seis meses y ser¨¢ espinoso. El Ecofin (reuni¨®n de ministros de Finanzas) deber¨¢ dise?ar un procedimiento para hacer m¨¢s comunes las pol¨ªticas econ¨®micas de los Quince, incluida la de tipo de cambio. La idea es "no dejar al futuro Banco Central Europeo en el vac¨ªo pol¨ªtico" , destac¨® el ministro franc¨¦s, Dominique Strauss-Kahn. A cambio de estos favores a Par¨ªs -el tiempo dir¨¢ cu¨¢nto encierran de simb¨®lico y cu¨¢nto de tangible-, Alemania vio ratificado el Pacto de Estabilidad y el principio de que todo se har¨¢ sin contribuciones adicionales. Los jefes de Estado o de Gobierno pugnaban anoche por cerrar cap¨ªtulos de la reforma como la pol¨ªtica exterior o los nuevos votos en el Consejo. La principal reivindicaci¨®n espa?ola, limitar el derecho de asilo, topaba con nuevas dificultades.
La partida se jugaba en dos tableros simult¨¢neos. En la mesa del Consejo Europeo, los jefes de Estado o de Gobierno discut¨ªan si el Tratado reformado permitir¨¢ dedicar dinero a las pol¨ªticas activas de empleo. Es decir, si consagrar¨¢ o no la posibilidad de darles cuerpo y no ret¨®rica, dot¨¢ndolas de "incentivos" finan cieros.
El Tratado impondr¨¢ pol¨ªticas act¨ªvas de empleo
Junto, a lo social, lo econ¨®mico. El camino abierto hacia una suerte de Gobierno econ¨®mico europeo, que formular¨¢ especialmente la pol¨ªtica de cambio del euro tambi¨¦n suscit¨® consenso inicial, aunque su andadura ser¨¢ conflictiva." No habr¨¢ un contragobierno contra el Banco Central Europeo [BCE]", dijo el ministro alem¨¢n, Theo Waigel, celoso de la independencia del BCE. "La uni¨®n monetaria tendr¨¢ dos polos: un BCE independiente y un pool de coordinaci¨®n econ¨®mica, con lo que empezamos a llenar el vac¨ªo pol¨ªtico" en que ¨¦ste se mov¨ªa, le matiz¨® su colega franc¨¦s, Dominique Strauss-Kahn.En realidad, ya se ha dado alg¨²n paso en esta direcci¨®n, como la configuraci¨®n de un Consejo de Estabilidad que, en la era del euro, asegurar¨¢ la coordinaci¨®n de pol¨ªticas econ¨®micas de los pa¨ªses integrados en ¨¦l. Para Francia era insuficiente. El problema de su desarrollo en los pr¨®ximos meses estriba en que Par¨ªs ya ha firmado lo que Bonn deseaba, el Pacto de Estabilidad del euro. En cambio, Bonn s¨®lo se ha comprometido a discutir y dise?ar el nuevo polo econ¨®mico que desea su principal socio. ?Y si, con la alforja llena, se desdice? "?Pero si el Tratado ya lo prev¨¦!", respondi¨® Strauss-Kahn con cierta ingenuidad.
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