Gran jefe de secta

HAY GENTES que parecen predestinadas al error. Algunas, por fatalidad; otras, porque se sumen en pensamientos circulares que les impiden aprender de errores pasados y les lanzan continuamente a creer que est¨¢n inventando la historia all¨ª donde no hacen sino repetirla. Mucho nos tememos que Anguita y quienes le jalean en su firme entusiasmo por la senda de la marginalidad pol¨ªtica sean de este segundo grupo. Lo lamentable en casos como el de la direcci¨®n de la actual mayor¨ªa de Izquierda Unida es que, mientras el tiempo se encarga de ponerlos en su, sitio, suelen hacer da?o a otros.La purga orquestada por Anguita contra quienes critican su comuni¨®n con la derecha desde el resentimiento antisocialista es del todo consecuente. Y nada m¨¢s sabroso para entenderla que sus declaraciones despu¨¦s de la liquidaci¨®n de la disidencia. Son una demostraci¨®n perfecta de c¨®mo la excelsa cursiler¨ªa ret¨®rica puede articular el mensaje estalinista sectario m¨¢s a?ejo y autista.

La purga ha generado mayor resistencia de la esperada en el consejo pol¨ªtico. Es gratificante saber que hay un considerable sector de la direcci¨®n de IU (40%) que a¨²n tiene sentido del rid¨ªculo y que, por lealtad a sus votantes, no se siente c¨®modo en el papel de mozo de los recados de la derecha. Anguita tiene derecho a querer imponer, al viejo estilo comunista, sus angustias a la coalici¨®n. Pero es triste que tantos le sigan en esta larga carrera hacia ninguna parte.