6 bombones 6
Guardiola no trajo una corrida de toros: trajo una bomboner¨ªa. Seis bombones trajo. Debieron anunciarlo en los carteles, " 6 bombones 6", a la manera cl¨¢sica.Claro que, puestos a decir verdad, proceder¨ªa a?adir que esos toros de chocolate, puro alm¨ªbar, no ser¨ªan ni lidiados, ni banderilleados, ni muertos a estoque y, toreados, a¨²n menos. Porque los toreros no estaban por la labor.
Los toreros no estaban ni para pegar pases. Si estar¨ªan desafortunados, desconfiados y pl¨²mbeos los toreros, que se echaban de menos los famosos pegapases, art¨ªfices del toreo moderno.
El arte de adefesio les aplicaban los toreros a los toros. El arte de adefesio, s¨ª, pero con cuidado, para evitar un sinsabor. El arte de adefesio pas¨¢ndose el toro lejos. El arte de adefesio sin consentir que se les acercara el toro, no les fuera a pegar la tosferina.
Guardiola / Mora, Tato, Liria
Toros de Salvador Guardiola Fantoni, con trap¨ªo, flojos, encastados y nobles. Juan Mora: pinchazo hondo trasero, ruedas insistentes de peones en vanos terrenos, pinchazo, media trasera, rueda de peones, dos descabellos -aviso- y descabello (silencio); estocada ca¨ªda, pinchazo hondo bajo -primer aviso-, seis descabellos -segundo aviso- y dos descabellos (silencio). El Tato: estocada 3, rueda vertiginosa de peones que tira al toro (silencio); pinchazo, estocada corta y rueda insistente de peones (silencio). Pep¨ªn Liria: estocada corta (oreja); bajonazo (silencio). Plaza de Pamplona, 8 de julio. Y corrida de San Ferm¨ªn. Lleno.
Pep¨ªn Liria cort¨® una oreja por una faena bullidora. Valga, pues llegaron a pedir dos. La faena bullidora de Pep¨ªn Liria consisti¨® en torear al abombonado toro de Guardiola como si se tratara de un pregonao. La empez¨® de rodillas y la acab¨® igual, ofreciendo una sesi¨®n de tremendismo en la que no faltaron los molinetes, los muletazos de espaldas y un aleatorio surtido de rodillazos.
Tore¨® Pep¨ªn Liria al pastue?o Guardiola como los antiguos Ra¨²l S¨¢nchez y el Calatrave?o toreaban aquellos feroces sobreros de Hoyo de la Gitana que soltaban en Las Ventas, va ya para tres d¨¦cadas. Peor, en realidad. Pues Ra¨²l, S¨¢nchez y el Calatrave?o no hac¨ªan tremendismo: recios y valerosos, se pasaban el toro por la faja, cargaban la suerte jug¨¢ndose la integridad del muslamen.
Rara era la tarde en que: Ra¨²l S¨¢nchez, el Calatrave?o y muchos otros, toreros de la ¨¦poca no sal¨ªan del redondel hechos unos zorros. Y en loor de multitud, por supuesto. Les llamaban legionarios y no presum¨ªan de nada. Lo ¨²nico que les falt¨® fue que alguien les hubiera premiado alg¨²n d¨ªa solt¨¢ndoles un bomboncito del corte de los Guardiola para que disfrutaran instrument¨¢ndole el repertorio completo de la tauromaquia con aromas de alhel¨ª.
Cogen aquellos toreros un bomb¨®n Guardiola de estos y se lo zampan sin respirar. Visto y no visto: iglub! Los toreros modernos de la tema, en cambio, se lo pensaban dos veces. El tremendista Pep¨ªn Liria, al sexto, no le dio un pase a derechas, ni aguantaba las embestidas; los enganchones y los trapazos se multiplicaban; cobr¨® un horrendo bajonazo.
De semejante guisa actu¨® Pep¨ªn Liria, y si fue el mejor, cabe imaginar c¨®mo estar¨ªan sus colegas. El arte de torear parec¨ªa msi¨®n imposible con aquel Juan Mora que se escond¨ªa en los costillares del toro provocando esos circulares que llaman la noria o el tiovivo. Luego tomaba las dulces embestidas cuanto le daba de s¨ª el brazo y no embarcaba pase alguno, lo que no le imped¨ªa aflamencar la postura al apaulado estilo. La estampa era rid¨ªcula, evidentemente. A fin de cuentas, el ¨²nico que se apaula con propiedad es Paula, de nombre Rafa¨¦.
Las formas de El Tato resultaban diametralmente opuestas. Las formas de El Tato consist¨ªan en carecer de formas.No deja de ser una originalidad. El Tato se medio tumbaba para citar, a la de embarcar met¨ªa el Pico, a la de rematar se quitaba de all¨ª. Ni por naturales ni por derechazos consigui¨® nada que no aburriese al personal. Y el personal se desentendi¨® de El Tato, igual que antes se hab¨ªa desentendido de Mora.El personal pasaba, seg¨²n se suele decir. Y gulusme¨® el ajoarriero y las magras con tomate. Y lib¨® el tinto espeso y el champanico helado. Y los mozos de las pe?as cantaron con estruendo La chica ye ye, que es el himno a la alegr¨ªa de los mozos de las pe?as, su defensa frente a los toreros pelmazos, su gran recurso cuando falta el arte de C¨²chares. Y se marcharon todos tan contentos, a ver si ligaban un poco.
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