Un pulso a tres bandas

En paralelo con la po¨¦mica del Rey Chico, el alcalde de Granada el Gobierno se aliaron para proponer la creaci¨®n de un consejo asesor, integrado por 12 personas, que supervisar¨ªa la gesti¨®n del monumento. Con in presupuesto de 1.232 millones de pesetas en 1996 y una plantilla de 165 empleados, la significaci¨®n de la Alhambra no apela tanto a estos datos de una empresa de tama?o medio como a los cerca de dos millones de visitantes que recibe, repartidos casi al 50% entre espa?oles y extranjeros. Desde mochileros a excursiones de jubilados, desde el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton -que visit¨® Granada esta semana- hasta expertos en Historia del Arte, componen esta marea de turistas que diariamente visita la Alhambra entre las nueve de la ma?ana y las ocho de la tarde.La Junta de Andaluc¨ªa es la titular de esta magn¨ªfica obra de arte musulmana desde 1984, pero en el patronato encuentran asiento, entre otros, representantes del Gobierno central y del Ayuntamiento. Mientras todas las instituciones estuvieron en manos del PSOE, los peque?os litigios se dirimieron en casa. Pero hace unos meses la ministra de Educaci¨®n y Cultura, Esperanza Aguirre, respald¨® la propuesta del alcalde para crear un consejo asesor. Tiras y aflojas, se han sucedido desde entonces y la propia Aguirre se comprometi¨® ante el Congreso a crear el citado organismo que despojar¨ªa a los socialistas de parte de su poder en la Alhambra. El pleito pol¨ªtico ha llegado tan lejos que incluso defensores del autonomismo comienzan a pensar que un mito como la Alhambra debe trascender los intereses localistas. As¨ª, cada d¨ªa m¨¢s granadinos reconocen que m¨¢s all¨¢ de los partidismos o de los sentimientos, la Alhambra se merece una gesti¨®n que vuele por encima de las "ri?as de gallos".