Regreso al lugar del crimen

"El asesino siempre vuelve al lugar del crimen", dijo ayer Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n. La cita manifestaba un dudoso tacto, ya que el asesino no era otro que Miguel Angel Cort¨¦s, sentado en ese momento a su lado en la tribuna de oradores, y el lugar del crimen era la Universidad Men¨¦ndez Pelayo, en la que el secretario de Estado de Cultura se descolg¨® el verano pasado con una aparatosa soflama sobre los "nefastos 13 ¨²ltimos a?os" del cine espa?ol, que le procur¨® una inesperada popularidad entre sus administrados."Yo no soy cr¨ªtico de cine", aclar¨® inmediatamente Cort¨¦s. "Como Manolo [Guti¨¦rrez Arag¨®n] es hombre de tradiciones, me figuro que me habr¨¢ dado esta segunda oportunidad en vista del gran ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico del a?o pasado".

Cort¨¦s se trajo ayer las medidas fiscales a sabiendas de que cuentan con el apoyo de los productores. Guti¨¦rrez Arag¨®n elogi¨® la iniciativa con un punto de veneno: "Es un avance tan importante como en su d¨ªa lo fue el decreto Mir¨® de 1983". Ese decreto fue, en efecto, la carta fundacional de los nefastos 13 a?os de paz y subvenciones.

Tambi¨¦n celebr¨® Guti¨¦rrez Arag¨®n el "fervor del converso con que Cort¨¦s parece haberse aficionado a la producci¨®n f¨ªlmica local. Al secretario de Estado, seg¨²n el director, "le gusta ahora hasta Perdona, bonita, pero Lucas me quer¨ªa a m¨ª, que ya es gustar, vamos".