El an¨¢lisis de las extinciones biol¨®gicas indica que no tuvieron una causa concreta

Las extinciones biol¨®gicas que han tenido lugar a lo largo de la historia, como la que llev¨® a la desaparici¨®n de los dinosaurios hace 65 millones de a?os, no han necesitado de causas externas para producirse, seg¨²n el cient¨ªfico espa?ol Ricardo Sol¨¦. En un llamativo art¨ªculo publicado en la revista Nature, Sol¨¦ y otros cient¨ªficos muestran que las fluctuaciones del registro f¨®sil indican que se trata de un sistema din¨¢mico e impredecible en un estado precario que puede ser desestabilizado por perturbaciones muy peque?as, gener¨¢ndose avalanchas imparables.

La literatura cient¨ªfica est¨¢ llena de ideas sobre la causa de la extinci¨®n de los dinosaurios hace 65 millones de a?os. La ¨²ltima teor¨ªa en boga se basa en las pruebas en aumento de que la Tierra fue golpeada por un asteroide de 10 kil¨®metros de di¨¢metro que cay¨® sobre el actual golfo de Yucat¨¢n justo cuando los dinosaurios y muchos otros animales y plantas se extinguieron, al final del periodo cret¨¢cico. Pero es muy dif¨ªcil demostrar esta hip¨®tesis y, recientemente, un grupo de investigadores del Museo de Historia Natural de Londres ha analizado el registro f¨®sil con el detalle suficiente para sembrar dudas considerables sobre la relaci¨®n directa entre la llegada del asteroide y la partida de los dinosaurios.Del resto de las extinciones -se deducen cinco grandes del registro f¨®sil en los ¨²ltimos 540 millones de a?os-, la mayor fue la del final de periodo p¨¦rmico, cuando desapareci¨® el 96% de las especies animales marinas.

Los paleont¨®logos han debatido mucho sobre las causas de las extinciones y algunos investigadores, como David Raup, de la universidad de Chicago, han sugerido que las extinciones en masa ocurren en ciclos regulares, una cada 26 millones de a?os o as¨ª, y que los impactos de asteroides pueden tener la culpa de la mayor¨ªa de ellas.

Hay un problema con este argumento. Las extinciones ocurren todo el tiempo y el problema es decidir si las grandes extinciones son diferentes cualitativamente de otros episodios menos dram¨¢ticos o incluso del ritmo permanente natural de extinciones.

Sol¨¦, de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a, y sus colegas muestran en la revista Nature que todas las extinciones, las grandes y las peque?as, pueden no tener ninguna causa identificable y simplemente suceden. Muestran que el modelo de extinci¨®n a lo largo del tiempo geol¨®gico tiene una caracter¨ªstica matem¨¢tica denominada autosimilaridad, una propiedad de todo tipo de conjuntos complicados de circunstancias cuyo estado en cualquier momento depende de un gran n¨²mero de factores que parecen insignificantes, uno de los cuales es el estado de todo el sistema el instante anterior.

Aunque parezca dif¨ªcil de entender, estos sistemas complejos forman parte de la vida cotidiana, desde la poblaci¨®n de mariquitas en el jard¨ªn de una casa al movimiento de la bolsa de valores o el tiempo meteorol¨®gico.

El ¨ªndice Dow Jones, de la bolsa de Nueva York, es un buen ejemplo de un sistema as¨ª en acci¨®n. Su valor en cada momento depende del valor inmediatamente anterior y sube o baja por una variedad de razones.

No se puede decir cu¨¢l va a ser su valor en los pr¨®ximos 10 minutos, ya que es sensible a muchas influencias distintas en formas que no se conocen lo suficiente para cuantificarlas.

Si se aplica esto a las extinciones en masa se deducen dos cosas: primero, las llamadas grandes extinciones no son diferentes cualitativamente de las extinciones m¨¢s numerosas y menores o de la extinci¨®n de una sola especie. Segundo, las extinciones no tienen por qu¨¦ tener una causa concreta externa. "Las extinciones se disparan por una multiplicidad de factores y la din¨¢mica interna del sistema juega un importante papel", se?alan los investigadores.

Interacci¨®n

Es posible que el impacto de un asteroide haya causado la extinci¨®n de los dinosaurios, pero igualmente puede haberla causado un cierto n¨²mero de factores de menor impacto, o, m¨¢s probablemente, un mayor n¨²mero de factores menores que interactuaran de forma impredecible.

Si se especula, pudiera ser que al final del cret¨¢cico las distintas poblaciones de dinosaurios estuvieran en un mal momento, quiz¨¢ porque hubiera habido varios inviernos m¨¢s calurosos o m¨¢s fr¨ªos de lo normal, y las plantas que les serv¨ªan de alimento no hubieran germinado en la abundancia normal. Quiz¨¢ esto dio lugar a una migraci¨®n anormal de una especie de dinosaurio determinada, con una serie de efectos sutiles sobre el comportamiento de otros dinosaurios, otras plantas y animales, par¨¢sitos y organismos causantes de enfermedades.

Las posibilidades son infinitas, y el resultado de su influencia combinada sobre las extinciones resulta impredecible.

Nature News Service.