Londres propone como homenaje prohibir las minas

La brutal desaparici¨®n de Diana de Gales desat¨® ayer condolencias en las cuatro esquinas del mundo. Desde el presidente surafricano, Nelson Mandela, al estadounidense, Bill Clinton, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, al presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, la madre Teresa de Calcuta o el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja en Ginebra, se sucedieron las notas emotivas, los telegramas de p¨¦same y las expresiones m¨¢s o menos sentidas de tristeza. Las inquietudes sociales de la princesa, que le condujeron a Angola y Bosnia en misiones contra las minas antipersonales, llev¨® ayer al secretario brit¨¢nico para el Desarrollo Internacional, George Foulkes, a manifestar que ya que la princesa "atrajo la atenci¨®n sobre esta cueti¨®n", ser¨ªa "un excelente homenaje a su memoria si los pa¨ªses llegaran a un acuerdo" para la prohibici¨®n total de las minas antipersonales."Era una joven de nuestro tiempo, c¨¢lida, llena de vida y generosa. Su muerte tr¨¢gica ser¨¢ profundamente lamentada, pues era una figura familiar para todos", declar¨® ayer el presidente franc¨¦s, Jaeques Chirac, especialmente conmovido porque la muerte de Diana se hubiera producido en Par¨ªs y en circunstancias tan tr¨¢gicas. Mientras el presidente Clinton y su esposa, Hillary, manifestaron su "profunda tristeza", una portavoz de las Misioneras de la Caridad se?al¨® en Calcuta que la madre Teresa, que conoc¨ªa personalmente a la princesa, estaba rezando, junto con sus misioneras, por Diana de Gales.

La ola de emoci¨®n sacudi¨® a buena parte de las capitales del mundo. El servicio de prensa del Kremlin indic¨® que Yeltsin estaba "profundamente con movido por la noticia sobre la tr¨¢gica muerte de Diana de Gales, muy conocida y querida en Rusia". El presidente de la Comunidad Europea, Jacques Santer, subray¨® que la Comisi¨®n estaba "profundamente entristecida" por el suceso. El reguero de pesar provoc¨® reacciones en Portugal, Alemania, Israel, Suecia, Holanda, Chipre, Chequia, Jap¨®n y hasta Afganist¨¢n, donde la misi¨®n encargada por la ONU de la desactivaci¨®n de minas dijo que "siempre recordar¨¢n" a la princesa.

La pr¨¢ctica unanimidad de la pena se quebr¨® ayer en las calles de El Cairo, donde se palpaba una rara sospecha: que Diana y su novio, Dodi Fayed, hab¨ªan sido eliminados por los servicios secretos brit¨¢nicos, decididos a impedir que la princesa se casara con un egipcio. "Los ingleses no quer¨ªan que la princesa se uniera con alguien de un pa¨ªs subdesarrollado como el nuestro", declar¨® un funcionario del Ministerio de Agricultura.