Los Fayed se sent¨ªan en Francia como en su propia casa
La princesa Diana de Gales y Dodi Fayed llegaron a Par¨ªs el pasado s¨¢bado a media tarde, en jet privado y procedentes de la Provenza. El se sent¨ªa como en casa cuando estaba en Francia, pa¨ªs que hab¨ªa concedido a su padre, Mohamed al Fayed, propietario del hotel Ritz de Par¨ªs, la Legi¨®n de Honor en reconocimiento a sus m¨¦ritos como empresario.Esta era una actitud bien diferente de la que manten¨ªan las autoridades brit¨¢nicas, que segu¨ªan deneg¨¢ndole el derecho a convertirse en s¨²bdito de la Corona a todos los efectos.
Mientras en Par¨ªs se le agradec¨ªa a Mohamed al Fayed que hubiese dado nueva vida al hotel Ritz y que lo mantuviese entre los mejores establecimientos del mundo, en Londres se sospechaba de las andanzas de un ciudadano egipcio, antiguo vendedor de m¨¢quinas de coser, capaz de ganar tanto dinero en tan poco tiempo.
La princesa de Gales y Dodi Fayed pasaron parte de su ¨²ltima tarde comprando en tiendas cercanas a los Campos El¨ªseos hasta que fueron descubiertos por los paparazzi.
La pareja busc¨® refugio en el Ritz, en el restaurante del lujoso hotel y all¨ª permaneci¨® hasta pasada la medianoche, intentando posteriormente despistar a los cazadores de im¨¢genes a base de enviarles, primero tras una limusina vac¨ªa, luego lanzando su Mercedes 600 a gran velocidad por las calles de la capital francesa.
Varias mansiones
En el momento de producirse el accidente en el t¨²nel de la plaza de Alma, Dodi y la princesa Diana se dirig¨ªan a la mansi¨®n que el multimillonario egipcio posee en el distrito XVI, uno de los barrios m¨¢s elegantes de Par¨ªs.
No era su ¨²nica propiedad en Francia. Durante los meses de julio y agosto la pareja hab¨ªa alternado Castel Sainte-Th¨¦r¨¨se, un palaciego chal¨¦ junto al Mediterr¨¢neo valorado en casi 800 millones de pesetas, con los cruceros a bordo del Jonikal, un yate de tres puentes, o el Sakara, una goleta dotada de todas las comodidades.
El veraneo de Diana y Dodi hab¨ªa sido seguido con entusiasmo por la prensa del coraz¨®n, que localiz¨® a los amantes en Cerde?a, Portofino, M¨®naco o Saint-Tropez.
En esta capital estival de la jet-set Diana se hab¨ªa convertido en un personaje habitual que desplegaba grandes medios para conservar su intimidad y la de sus hijos, los pr¨ªncipes Guillermo y Enrique. A principios de agosto, instalada sola con sus hijos y algunos amigos de estos en Castel Sainte-Th¨¦r¨¨se, Lady Di lleg¨® a alquilar durante dos horas una discoteca de Saint Tropez para estar segura de que ni ella ni sus hijos ser¨ªan molestados por las c¨¢maras mientras bailaban.
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