El primer an¨¢lisis gen¨¦tico de un hom¨ªnido y el origen del hombre moderno
La obtenci¨®n por primera vez de material gen¨¦tico (ADN) de un hombre de Neandertal, publicada recientemente en la revista Cell, constituye un aut¨¦ntico hito en la historia de la paleontolog¨ªa humana, ya que supone la primera gran contribuci¨®n de la biolog¨ªa molecular a la investigaci¨®n del origen del hombre. Su an¨¢lisis indica que el hombre moderno no procede del de Neandertal, sino que evolucion¨® a partir de otros hom¨ªnidos que, probablemente procedentes de Africa, ocuparon Europa y desplazaron hasta extinguirlo al hombre de Neandertal.El trabajo, producto de la colaboraci¨®n de paleont¨®logos y bi¨®logos moleculares de Alemania y Estados Unidos, se inici¨® a partir de un trozo de hueso tomado de los famosos restos (los primeros que se descubrieron) del hombre de Neandertal, encontrados en 1856 en Alemania, en el valle de Neander (Neander Tal, en alem¨¢n). Los paleont¨®logos del museo donde se encuentran los resto. seleccionaron un trozo de 3,5 gramos de la zona mejor conservada (la parte superior del h¨²mero del brazo derecho), y lo enviaron para su an¨¢lisis a M¨²nich, al laboratorio de Stave. P¨¢¨¢bo, un experto en ADN f¨®sil.
Dada la edad estimada de estos restos (entre 30.000 y 100.000 a?os), se esperaba que, si conten¨ªan algo de ADN, ¨¦ste estar¨ªa muy fragmentado y en cantidades ¨ªnfimas. El principal problema en el aislamiento de ADN f¨®sil es que es muy f¨¢cil que se contamine con otros ADN del ambiente, habitualmente ADN humano, ya que una min¨²scula escama de piel puede ser suficiente para contaminar e inutilizar la muestra.
Precauciones
En el laboratorio de M¨²nich se extremaron las precauciones y se utiliz¨® s¨®lo la parte interna del hueso, una zona que nadie nunca antes pod¨ªa haber tocado. Tomaron peque?os trozos de huesos y los trituraron, y el poco ADN que conten¨ªan lo amplificaron mediante una t¨¦cnica llamada PCR, que permite duplicar tantas veces como se quiera un fragmento concreto del ADN de la muestra, y obtener as¨ª cantidades suficientes para su an¨¢lisis. En este caso eligieron para su amplificaci¨®n un fragmento de ADN de la mitocondria, un org¨¢nulo especializado en la producci¨®n de energ¨ªa del que existen entre 100 y 1. 000 copias en cada c¨¦lula, lo que hace que su ADN sea especialmente abundante.
El fragmento de ADN obtenido del hueso lo compararon con los fragmentos equivalentes del ADN humano actual y del ADN del chimp¨¢nc¨¦, la especie viva evolutivamente m¨¢s cercana al hombre. Estas comparaciones se basan en que durante la evoluci¨®n el ADN de todos los organismos sufre peque?os cambios que se acumulan progresivamente, d¨¢ndonos una idea sobre cu¨¢ndo apareci¨® cada una de las especies. La cantidad de cambios en el ADN de una especie respecto a otra depende de cu¨¢nto tiempo lleven evolucionando por separado, o sea, acumulando diferencias en sus ADN. El fragmento de ADN del chimpanc¨¦ present¨® una media de 55 cambios respecto al humano, mientras que el fragmento presente en el hueso present¨® una media de 27 cambios.
Estas diferencias indican que el ADN del hueso es distinto, aunque muy parecido al ADN humano, y que, por tanto, se trata sin duda de ADN del hombre de Neandertal. Las diferencias entre el ADN de las distintas especies se puede adem¨¢s cuantificar en a?os. El registro f¨®sil indica que la l¨ªnea' que dio lugar a los chimpanc¨¦s y la que dio lugar a los humanos se separaron hace entre cuatro y cinco millones de a?os, tiempo en el que sus respectivos fragmentos de ADN acumularon los 55 cambios mencionados antes. Las 27 diferencias que se encontraron entre el fragmento de ADN del Neandertal y el humano indican por tanto que ambas. l¨ªneas debieron separarse hace entre 550.000 y 690.000 a?os. Sin embargo, todos los hombres actuales presentan entre s¨ª una media de s¨®lo ocho cambios en este fragmento de ADN. Eso significa que el hombre moderno se origin¨® mucho m¨¢s recientemente, hace entre 120.000 y 150.000 a?os, y que, adem¨¢s, lo hizo a partir de una peque?a poblaci¨®n gen¨¦ticamente distinta de la Neandertal.
Aunque estas dataciones son aproximadas y a veces discutibles, y aunque todos los resultados se basan en un solo, el ¨²nico, individuo Neandertal analizado, las conclusiones apuntan en la misma direcci¨®n que otros muchos datos independientes recabados en los ¨²ltimos a?os. Despu¨¦s de mucho tiempo de intenso debate, la hip¨®tesis actualmente m¨¢s aceptada propone que el hombre moderno (Homo sapiens) se origin¨® en Africa hace alrededor de 150.000 a?os y que desde all¨ª se extendi¨® por el resto del mundo reemplazando, sin llegar a mezclarse con ellos, al H. neanderthalensis que viv¨ªa en Europa, Asia Central y Oriente Pr¨®ximo, y al H. erectus de la isla de Java, hasta convertirse, ya hace 20.000 a?os, en el ¨²nico hombre que habitaba la Tierra.Rafael Flores es bi¨®logo.
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