Mano dura con el Dalai Lama y con T¨ªbet
Las actividades del Dalai Lama son comparables a las de los fan¨¢ticos seguidores del guru Shoko Asahara, que aterrorizaron con gas nervioso el metro de Tokio en 1995, o a las de grupos racistas norteamericanos. As¨ª de concluyente se mostr¨® ayer el secretario del partido comunista de T¨ªbet, Chen Kui Yuan. "?Acaso ese tipo de organizaciones son autorizadas en Jap¨®n o Estados Unidos?", se pregunt¨® Chen al criticar las denuncias internacionales sobre la persecuci¨®n religiosa en la regi¨®n aut¨®noma suroccidental anexionada por la fuerza tras el triunfo de la revoluci¨®n en 1949. "Nuestra actitud con el Dala? Lama es consecuente. Podr¨¢ regresar del exilio y hacer algo ¨²til para el pueblo tibetano cuando reconozca que el Tibet es parte integral de China, abandone completamente sus propuestas en favor de la independencia y deje de conducir actividades destinadas a dividir la patria", dijo el pol¨ªtico en un encuentro con la prensa. El Dalai Lama huy¨® del T¨ªbet a la India en 1959.El Gobierno central viene realizando desde mayo de 1996 la m¨¢s intensa campa?a de "reeducaci¨®n pol¨ªtica patri¨®tica" que el pueblo tibetano jam¨¢s sufri¨® antes desde la Revoluci¨®n Cultural (1966-1976). La regi¨®n, que en los dos pasados a?os creci¨® por encima del 10%, superior a la media nacional, cuenta, seg¨²n los datos oficiales, con una poblaci¨®n de 2,4 millones, de los cuales s¨®lo un 3% pertenecen a la etnia han, la mayoritaria china. El 95% son tibetanos. Cuenta con 1.787 templos y 46.000 monjes y monjas. Las autoridades locales califican de "¨¦xito" esa campa?a y afirman que durante el pasado a?o no se registraron incidentes. Los ¨²ltimos m¨¢s graves ocurrieron en marzo de 1989. Seg¨²n un informe del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, el 60% de los tibetanos en Nepal han huido por la persecuci¨®n religiosa.
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