Felipe Gonz¨¢lez y AIfonso Guerra declaran hoy en el juicio por el 'caso Filesa'

El ex presidente Felipe Gonz¨¢lez y el ex vicepresidente Alfonso Guerra comparecer¨¢n a las 10.30 de hoy ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo como testigos del caso Filesa, propuestos por la acci¨®n popular del empresario Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos. Los dos primeros mandatarios de la etapa socialista tendr¨¢n que responder acerca de la presunta trama de financiaci¨®n del PSOE a trav¨¦s de las empresas del holding Filesa. Las acusaciones se centran en el supuesto desv¨ªo al PSOE de unos mil millones de pesetas pagados por bancos y grandes empresas a Filesa por la realizaci¨®n de informes t¨¦cnicos inexistentes.

Tras el interrogatorio de los 12 acusados, media docena de peritos y una treintena de testigos, el resultado final del proceso sigue rodeado de m¨²ltiples interrogantes. Los principales acusados, el senador del PSC-PSOE Josep Mar¨ªa Sala y el ex diputado socialista Carlos Navarro, negaron haber ido adquiriendo una serie de sociedades para canalizar recursos financieros hacia el PSOE mediante el cobro de facturas por informes inexistentes.Sala y Navarro justificaron la compra de la primera sociedad, Time Export, una empresa casi en quiebra, aludiendo a su bajo precio y a la ubicaci¨®n de sus c¨¦ntricas oficinas en Barcelona.

Sala explic¨® que al poco tiempo de la compra se desentendi¨® del local y dej¨® la empresa en manos de Navarro, quien a su vez la cedi¨® a su t¨ªo Luis Oliver¨® para sus propios negocios. Alberto Flores, pese a que ostent¨® formalmente durante unos meses el 60% de las acciones del holding, asegur¨® que en realidad era un empleado al que Oliver¨® pagaba 200.000 pesetas al mes por ser su representante en Madrid.

Contra todo pron¨®stico, Oliver¨®, sobre quien. sus compa?eros concentraron todas las responsabilidades, se acogi¨® a su derecho constitucional a guardar silencio y no respondi¨® ni siquiera a su abogado, Pablo Jim¨¦nez de Parga.

Alquiler d¨¦ Gobelas

Aida ?lvarez, antigua coordinadora de finanzas del PSOE, y su compa?ero, Miguel Molledo, titulares del grupo de empresas 2020, negaron asimismo haber pagado el alquiler de la sede electoral socialista de la madrile?a calle Gobelas mediante facturas giradas por una de sus empresas, Distribuidora Express, a Filesa.

Seg¨²n Aida ?lvarez, las facturas, por un importe total de 90 millones, fueron remitidas por error a Filesa y posteriormente anuladas. El contable de Filesa que denunci¨® los hechos, Carlos Van Schowen, en vez de romperlas, se las guard¨® y las entreg¨® a?os despu¨¦s al juez, como si hubieran sido v¨¢lidas, agreg¨® Aida.

Los otros seis acusados, antiguos altos directivos de empresas como ABB, Elsan, Cepsa o Enasa, que pagaron los informes millonarios, capearon como pudieron la acusaci¨®n de haber entregado "donativos" al PSOE y justificaron, con argumentos m¨¢s o menos afortunados, tanto el encargo. de informes t¨¦cnicos como su posterior destrucci¨®n o extrav¨ªo: "Si tuviera en mi casa los informes t¨¦cnicos de 40 a?os de servicio, fijese usted lo que ser¨ªa", se justific¨® el director general de Cepsa, Eugenio Mar¨ªn.

Las defensas centraron sus esfuerzos en desvirtuar el informe de los peritos de Hacienda, la piedra angular sobre la que gira toda la acusaci¨®n. En el turno del fiscal y los acusadores, los peritos apabullaron con datos, justificaciones de movimientos bancarios o contables y con valoraciones siempre en el sentido m¨¢s desfavorable al reo. A duras penas los defensores in tentaron contener el vendaval, incluso subrayando las vinculaciones de la perito Pilar Valiente como ex directora general del PP.

Tras desgranar cifras, asientos contables y seguimientos de facturas y talones a velocidad de computadora, los peritos de Hacienda se tomaron licencias explicativas tan extrapericiales como eficaces. Filesa, aseguraron, no ten¨ªa personal cualificado para realizar complejos informes t¨¦cnicos facturados a un precio muy superior al del mercado.

Oliver¨®, explicaron, habr¨ªa tenido que realizar pr¨¢cticamente ¨¦l solo 35 informes t¨¦cnicos sobre muy variadas materias y habr¨ªa facturado en dos a?os cerca de mil millones con un sueldo de s¨®lo seis. En suma, Filesa era un ente creado para recibir donativos con destino al PSOE. La "prueba evidente", para los peritos, es que las empresas aceptaron regularizar ante el fisco el dinero pagado por los informes como gastos no deducibles.

Parad¨®jicamente, tanto entusiasmo de los peritos ha comenzado a ser explotado ya por los defensores. Con la veteran¨ªa que les dan sus muchas intervenciones ante los tribunales, los peritos de Hacienda eludieron confesar que fueron ellos mismos quienes directamente revisaron, seleccionaron y requisaron los documentos en los registros a bancos y empresas, en los que casi nunca -s¨®lo en tres ocasiones, de m¨¢s de 40- estuvo presente el juez instructor Marino Barbero. As¨ª, los peritos se remitieron "al secretario" o a "la comisi¨®n judicial" -de la que ellos formaban parte-, como la responsable de las intervenciones.

Las v¨ªctimas de los registros, en sus declaraciones como testigos, han hablado del "asalto" de los peritos, que "abr¨ªan los archivadores, tomaban directamente la documentaci¨®n y decid¨ªan lo que era de su inter¨¦s", como se quej¨® el empresario Ram¨®n Tico Vilarasa. Las defensas alegar¨¢n que los peritos actuaron como polic¨ªas e intructores y buscar¨¢n as¨ª la nulidad de la prueba.