?ltimas tardes con Chavela
Todo el mundo sabe que Chavela se va de los escenarios. Todo el mundo quiere que no se vaya todav¨ªa, que no se vaya, por favor. Pero, en fin, ella dice que ya es hora. Y si ella lo dice, eso va a misa. Pero aqu¨ª nos deja a nosotros, a nosotros, pecadores, llorando y evocando.Sale Pedro Almod¨®var y proclama: "Excepto Cristo, nadie abre los brazos como Chavela". Efectivamente, irrumpe la santa en escena como un crucifijo con sarape mexicano multicolor, pantal¨®n blanco, botas blancas (acaso l¨¢grimas negras).
Va ligera de equipaje: ¨²nicamente dos guitarras (el barroco llegar¨ªa al final). Con ese bagaje acomete el espect¨¢culo con una de sus canciones m¨¢s significativas, Macorina. Y Chavela la interpret¨® con una contenci¨®n que s¨®lo los grandes saben desarrollar en un escenario. Sigui¨® con un tema fuerte, El ¨²ltimo trago, y toda la sala quer¨ªa emborracharse con ella en la plaza de Tenampa.
Chavela Vargas (voz)
?scar Ramos y Lucho Baigo (guitarras). Con la colaboraci¨®n de Martirio, Lucrecia, Ana Bel¨¦n y el mariachi Turner. Lleno. Teatro Alb¨¦niz, Madrid, 29 de septiembre.
Se le quebraba la voz a Chavelita, pero se le quebraba porque le daba la gana, porque de su alma est¨¢ saliendo llanto. Y el llanto s¨®lo se puede expresar de forma entrecortada cuando es sincero. Ella domina las l¨¢grimas, porque conoce bien la vida y desde?a con mucha clase a la muerte. Estas cosas son justamente lo que quiere todo dios y lo que so?aba el Esp¨ªritu Santo para toda. la humanidad. Cuando la Vargas canta Llorona, hasta el, mismo cielo se estremece.
Detalles exquisitos
Pero la Chavelita, adem¨¢s de su repertorio m¨¢s querido, sorprendi¨® a los muros del teatro con una versi¨®n inefable de La bien pag¨¢, con el mariachi Turner. (donde hab¨ªa un infiltradocon una trompeta en sus labios). Y entonces el teatro bram¨® de gusto.
Era el aperitivo de detalles exquisitos: el d¨²o de Y v¨¢monos, con Pedro Almod¨®var. El d¨²o con Martirio, Cuando te hablen de amor; con Lucrecia (Toda una vida); y Amanec¨ª en tus brazos, con Ana Bel¨¦n, que ya hab¨ªan cantado juntas en Miami hace unos d¨ªas.
Chavela tiene 78 a?os pero le queda alma, coraz¨®n y vida. La velada parec¨ªa terminada, pero como la Vargas estaba en su salsa, Almod¨®var la fue llevando a su terreno.
Chavelita se dejaba llevar. Y el p¨²blico no quer¨ªa ni moverse. Mucha gente ten¨ªa serios problemas para contener las l¨¢grimas.
Pedro, el cineasta, con ganas y necesidad de dirigir a una gran coral, dirigi¨® al orfe¨®n formado por todos los espectadores, junto con la artista y las invitadas. Cantaron Volver. Pedro, en el fondo, es un gran director musical. A la gente le va la marcha y lo sublime. La Puerta del Sol se puso melanc¨®lica porque se niega a aceptar que ¨¦stas sean las ¨²ltimas tardes con Chavela. Pero ella incide, parafraseando la Canci¨®n desesperada de Pablo Neruda: "Es la hora de partir, ?oh abandonado!"Chavela Vargas se despide de verdad. En Espa?a s¨®lo actuar¨¢ de nuevo, en Madrid, el pr¨®ximo jueves, 2 de octubre. Despu¨¦s pasar¨¢ por Sevilla, Va1,encia y M¨¢laga. Y Chavela quedar¨¢ ya para siempre en la historia de la m¨²sica popular y en la historia de la brisa asilvestrada.
As¨ª comienza oficialmente el Festival de Oto?o de la Comunidad de Madrid.
Babelia
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