El cineasta Paul Schrader afirma que cada vez es m¨¢s dif¨ªcil hacer pel¨ªculas serias
El creador de 'American gigolo' presenta 'Touch' en el Festival de Cine de Sitges
El director y guionista estadounidense Paul Schrader (American gigolo, El beso de la mujer pantera, Hardcore ... ) es muy pesimista en cuanto al actual momento del cine. Considera que las pel¨ªculas que se hacen ahora no tienen ni la calidad ni la profundidad de las de anta?o, y atribuye esta situaci¨®n al p¨²blico, que, en su opini¨®n, es muy poco exigente. "Sin buen p¨²blico, no hay buenas pel¨ªculas", lanz¨® ayer en Sitges, donde present¨® Touch, que se estrenar¨¢ en Espa?a el 31 de octubre. Schrader lament¨® que la industria cinematogr¨¢fica se doblegue a las preferencias de los espectadores que no sienten la necesidad del arte" y asegur¨® que "cada vez es m¨¢s dif¨ªcil hacer pel¨ªculas serias".
Por eso, en Touch, Schrader -procedente de una familia holandesa protestante profundamente creyente- aborda un tema como la religi¨®n desde el g¨¦nero de la comedia. El filme, basado en una novela de Elmore Leonard, muy famoso en Estados Unidos corno autor de obra policiaca, explica la historia de Juvenal (Skeet Ultich), un ex franciscano estigmatizado que tiene poderes curativos. El cineasta, que apareci¨® ante la prensa vestido a la usanza cu¨¢quera -s¨®lo le falt¨® el sombrero negro de ala ancha-, admiti¨® que, de su filme, lo que m¨¢s choca al p¨²blico es el contraste entre la imagen m¨ªstica del personaje principal y el lenguaje narrativo. "Touch no es una pel¨ªcula religiosa, sino una comedia o, si se quiere, una historia de amor", se?al¨®.En el elenco, adem¨¢s de Ultich, figuran Bridget Fonda, en el papel de la enamorada del ex fraile milagrero; Christopher Walken, como un antiguo predicador ¨¢vido de fortuna, y Tom Arnold, que encarna a un fan¨¢tico religioso.
En Estados Unidos, donde el largometraje se estren¨® la pasada primavera, Touch caus¨® "una gran confusi¨®n", confes¨® Schrader. "La gente se preguntaba: 'Si es una comedia, ?qu¨¦ hace un personaje con dones de curaci¨®n?, y si es una pel¨ªcula religiosa, ?por qu¨¦ hay tantos chistes", coment¨® el cineasta. En realidad, sorprender al espectador es algo que intenta hacer siempre, tanto en sus creaciones como en sus guiones. "Mis pel¨ªculas se caracterizan por el frescor y por abordar los asuntos de manera que el p¨²blico no lo espera", explic¨®. Otra peculiaridad que Schrader encuentra en su cine es que "tiene algo de retro". Y eso es algo que echa de menos en los directores actuales: "Cuando veo las nuevas pel¨ªculas realizadas con tratamiento de imagen las encuentro divertidas, pero no profundas". La falta de profundidad que, a juicio de Schrader, define al cine actual el director la hace extensiva a cualquier otro arte. "La historia del arte tiene altos y bajos, y ahora estamos en un periodo muy bajo", analiz¨®.
"Afliction"Pese a opinar que se est¨¢ poniendo muy dif¨ªcil hacer filmes serios, el cineasta asegura que a ¨¦l esta racha no le afecta del todo y puede seguir haciendo las pel¨ªculas que quiere. Despu¨¦s de Touch, Schrader ha regresado al cine profundo con Afliction, que ha podido verse ya en los festivales de Venecia y Londres, y se pasar¨¢ en Valladolid. "Con Afliction", resumi¨®, "he vuelto a la cara oscura de la calle".
. La otra faceta de Schrader es la de guionista. "No podr¨ªa vivir s¨®lo de pel¨ªculas como Touch o Afliction", se sincer¨®. Suyos son los guiones de tres filmes dirigidos por Martin Scorsese: Taxi driver, Toro salvaje y La ¨²ltima tentaci¨®n de Cristo. Despu¨¦s de 15 a?os, volver¨¢ a trabajar con Scorsese en el gui¨®n de un filme que narra la historia de un joven que conduce ambulancias en la noche de Nueva York y se vuelve loco. "La diferencia respecto a Taxi driver es que en este. caso el conductor lleva a la vida y no a la muerte", concluye.
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