"Me dedico el triunfo a m¨ª mismo"

Una cosa s¨ª que se puede decir sin temor a equivocarse de Laurent Brochard, un rubio franc¨¦s, nacido en Le Mans hace 29 a?os, de mirada insolente, larga melena al viento y eterno pa?uelo en la cabeza, ciclista alocado -temperamental es la palabra aceptada-, afamado por su ego¨ªsmo, por su astucia de tah¨²r y por la falta de simpat¨ªas que despierta en el pelot¨®n, mediano escalador y amante de las fugas, patriota, ca¨®tico en el grupo y fr¨ªo en los momentos decisivos, hombre de fechas se?aladas, un lujo para Bruno Roussel, su director en el Festina. La gran victoria que hasta entonces reluc¨ªa en su palmar¨¦s de buscavidas fue la de la etapa del Tourmalet del ¨²ltimo Tour. Qued¨® m¨¢s se?alada por haberse producido un 14 de julio, fiesta nacional en Francia.Mauri lleg¨® enfadado a la meta, tanto con ¨¦l mismo por haberse dejado enga?ar, como con Brochard, por haber perge?ado el enga?o. Alg¨²n, director espa?ol suplicaba, que no, por favor, que no ganara el franc¨¦s. Y no tiene mala fama simplemente por sus pintas o porque declare, supremo: "Me dedico el triunfo a m¨ª mismo, a mi mujer y a mi hija, y a todos los que me quieren".

Y explic¨® su triunfo: "Me qued¨¦ a rueda cuando ¨ªbamos s¨®lo los tres porque esperaba la llegada de Jalabert, y al ver que se quedaba, me la jugu¨¦. Hasta entonces s¨®lo estaba para controlar". Lo hab¨ªa repetido s¨®lo hace tres meses, cuando en una etapa de la Midi Libre fue a rueda durante una kilom¨¦trica escapada con la disculpa de que as¨ª proteg¨ªa el segundo puesto de su compa?ero de equipo Laurent Dufaux en la general. La etapa la gan¨®, claro, Brochard.