Lili¨¢ceas de calibre superior
Los agricultores de Chinch¨®n prueban una nueva semilla para que sus ajos broten m¨¢s orondos
Las amas y amos de casa est¨¢n en trance de superar uno de los mayores incordios que acosan a todo buen cocinilla: eso de pelar un diente de ajo tan chiquitajo, valga el pareado, que se escurre por entre los dedos y desestabiliza el ¨¢nimo, y el cuchillo, m¨¢s templa dos. Semejante penalidad toma a su fin gracias al trabajo de un instituto biol¨®gico de Aranjuez, que se ha propuesto dotar de mayor calibre, sin que ello suponga merma en textura, aroma y excelencia, a los codiciados ajos de Chinch¨®n: unas lili¨¢ceas tan ricas como -todo hay que decirlo- escuchimizadas. El problema lo detect¨®, ya hace alg¨²n tiempo, la Asociaci¨®n de Productores y Comercializa-dores de Ajo (APYCA), entidad que aglutina a cerca del 80% de los cosechadores en el campo chinchonete. "Las se?oras s¨®lo piensan en coger el diente, pelarlo a toda velocidad y pasar a otra cosa, por lo que nuestros ajos les resultan engorrosos", admite el presidente de APYCA, Fernando Montoro. Y alecciona: "Eso es un grave error, porque un ajo fino de Chinch¨®n tiene cuatro veces m¨¢s aroma que otro cualquiera. Pero ten¨ªamos que encontrar una soluci¨®n".Los productores de ajo confiaron su desasosiego a la direcci¨®n general de Agricultura de la Comunidad, y desde all¨ª se decidi¨® apostar por los milagros de esta cosa de la ingenier¨ªa gen¨¦tica. La investigaci¨®n ha dado sus frutos, o, para ser m¨¢s exactos, sus semillas: las que se plantar¨¢n esta pr¨®xima campana, con car¨¢cter experimental, para comprobar si el rico ajo de Chinch¨®n puede brotar un poco menos esmirriado de lo que acostumbra.Los agricultores se muestran ilusionados con los avances de la t¨¦cnica, pero a¨²n es pronto para extraer conclusiones sobre la aparente paradoja del ajo simult¨¢neamente fino (al paladar) y orondo (a simple vista). "Habr¨¢ que probar las nuevas semillas un par de temporadas, determinar c¨®mo se comportan y si est¨¢n libres o no de virus. Hasta dentro de tres o cuatro a?os, no podremos cantar victoria", pronostic¨® Montoro.Mientras el flamante ajo de dise?o irrumpe en el mercado, los agricultores de Chinch¨®n deben lidiar con una realidad cotidiana algo m¨¢s ingrata. Las lluvias del verano han frustrado cerca del 30% de la cosecha de este a?o, y el precio para el mercado mayorista, unas 200 pesetas el kilo, amenaza con dispararse en cualquier momento. A modo de consuelo, est¨¦ fin de semana se celebra, la IV Fiesta del Ajo en la Plaza Mayor de la villa, con juegos tradicionales, exposici¨®n de maquinaria agr¨ªcola y hasta un concurso-degustaci¨®n de humeantes sopas de ajo: para que los amos y amas de casa demuestren que ellos tambi¨¦n disfrutan aguzando los dientes.
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