Un informe de la fiscal¨ªa establecia ya desde marzo que no hab¨ªa delito

El fiscal general del Estado, Jes¨²s Cardenal, respald¨® con su anuencia la actitud de los fiscales de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairi?o e Ignacio Gordillo, en el caso Sogecable, sin contradecir las claras contravenciones de estos dos fiscales a las ¨®rdenes de la Fiscal¨ªa del Estado. Cardenal lleg¨® incluso a respaldar el absurdo jur¨ªdico de que la fianza de 200 millones de pesetas impuesta a Jes¨²s Polanco como condici¨®n para eludir la prisi¨®n era una medida cautelar "de car¨¢cter real" y no "personal".

El pasado 7 de marzo, el anterior fiscal del Estado, Juan Ortiz ?rculo, orden¨® por escrito al entonces fiscal jefe en funciones de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairi?o, que no se practicara ninguna actividad procesal, salvo las de mera tramitaci¨®n, sin consultar antes a la fiscal¨ªa general. Tal posici¨®n ten¨ªa su apoyatura en un informe elaborado por el jefe de la Secretar¨ªa T¨¦cnica de la Fiscal¨ªa General del Estado, Eduardo Torres Dulce, en el que se conclu¨ªa que de las actuaciones realizadas hasta entonces no se deduc¨ªa que hubiera delito.

Apenas un mes despu¨¦s, el fiscal del caso, Ignacio Gordillo, contravino la orden a la primera oportunidad y pidi¨® la imposici¨®n de una fianza de cinco millones de pesetas para que Jos¨¦ Antonio Rodr¨ªguez Gil, auditor de Arthur Andersen, pudiera eludir la prisi¨®n. El juez Javier G¨®mez de Lia?o accedi¨® a la propuesta del fiscal. Cuando sus superiores le pidieron cuentas, Gordillo pretext¨® que no hab¨ªa podido consultar al fiscal general por no conseguir comunicar con ¨¦l.

Advertencias

La Fiscal¨ªa del Estado reiter¨® las ¨®rdenes a Fungairi?o en un nuevo escrito en el que, en tono de advertencia, le recordaba las instrucciones anteriores. Adem¨¢s, a?ad¨ªa que al no deducirse "los presupuestos constitucionales y legales" suficientes para la adopci¨®n de medidas cautelares "de car¨¢cter personal", la posici¨®n del Ministerio Fiscal deb¨ªa ser la de no solicitar ninguna media de tal naturaleza y oponerse a las que pudiesen solicitar las dem¨¢s acusaciones. Incluso, ordenaba recurrir las medidas "de car¨¢cter personal" que el juez Lia?o pudiera adoptar.Pero para entonces ya se hab¨ªa producido el cese del entonces fiscal del Estado, Juan Ortiz ?rculo, y Gordillo decidi¨® ignorar una vez m¨¢s las instrucciones. Pese a que Cardenal ratific¨® las ¨®rdenes de ?rculo, Gordillo, con el respaldo de su jefe, Fungairi?o, dijo que no solicitaba medidas de car¨¢cter personal, pero que deber¨ªan adoptarse medidas cautelares no personales, "dejando a criterio del Instructor la adopci¨®n de fianza y cuant¨ªa".

Lia?o impuso una fianza de 200 millones a Polanco; y Gordillo, con el apoyo de Fungairi?o, adujo que era una medida de "car¨¢cter real". Pese al estupor generalizado de la fiscal¨ªa, Cardenal consider¨® plausible la interpretaci¨®n de los dos fiscales de la Audiencia y la respald¨® plenamente.