Horror en la sala 8

Cines Ideal, Madrid, sala 8, sesi¨®n de las 20.30, lleno total (fecha indeterminada). Buena proyecci¨®n, con sonido est¨¦reo Dolby Surround. De pronto se deja de o¨ªr la banda sonora, excepto por el altavoz izquierdo de la zona de la pantalla. Todos los espectadores contin¨²an atentos a la proyecci¨®n como si nada hubiera ocurrido (?ay!, la tele). Me hurgo el o¨ªdo derecho con discreci¨®n para no herir la sensibilidad de mis vecinos de butaca. Me tranquilizo. No es cosa m¨ªa, la prueba es que contin¨²o oyendo, tambi¨¦n en surround, el rascar del cubo de cart¨®n de palomitas de mi vecina de la izquierda y el agitar de los cubitos de hielo de la bebida de mi vecino de la derecha. S¨®lo salimos a protestar otro despistado y yo. Como la cosa no se arregla, solicito que se me devuelva el importe de la entrada, a lo que el encargado del cine accede sin m¨¢s problemas.Cines Ideal, Madrid, sala 8, sesi¨®n de las 20.30, lleno total (fecha indeterminada). Buena proyecci¨®n, con sonido, etc¨¦tera. Se vuelve a estropear. S¨®lo se oye la banda sonora por los altavoces de la pantalla, y acompa?ada con un molesto crujido (no de cubo de palomitas, pero parecido), que se reproduce cada siete segundos (cronometrado). Salgo, protesto, no se arregla; me devuelven el dinero.

Cines Ideal, Madrid, sala 8, sesion de las 18.30, unos 40 espectadores (d¨ªa 2 de diciembre). A los 10 minutos de iniciada la pel¨ªcula, la proyecci¨®n se desenfoca. Nadie protesta. Me quito las gafas; las limpio. No es cosa m¨ªa. Salgo; reclamo; se me dice que lo arreglan al instante (ya he perdido el hilo; no s¨¦ si en esta entrega Sigourney Weaver es la mala y el alien el bueno o viceversa). Transcurren siete minutos. No se arregla. Salgo de nuevo y me dicen que el proyeccionista est¨¢ en la cabina arregl¨¢ndolo. No me atrevo a revelarle al empleado del cine la terrible sospecha que me asalta: el alien est¨¢ ahora en la cabina, luchando a morro partido (y babeante) con el proyeccionista para impedir que ¨¦ste le enfoque (si yo fuera tan feo como el bicho, har¨ªa lo mismo; y por cierto, si yo fuera Ridley Scott, iniciador de la saga y que no da una desde antes del tan cacareado bluff de Thelma y Louise, volver¨ªa a mis or¨ªgenes y revitalizar¨ªa la serie dirigiendo Sexy alien, the full aesthetic operation; tengo registrada la idea, amiguito).

En fin. Salgo; protesto; se me devuelve el dinero. Comento: "Si la sala 8 sigue as¨ª tendr¨¦ que escribir a los peri¨®dicos". Respuesta del encargado: "Ese comentario sobraba".?Sobraba?.-