Aznar pide a todos los cargos electos del PP en el Pa¨ªs Vasco que sigan en la pol¨ªtica

, Jos¨¦ Luis Caso viv¨ªa en un quinto piso sin ascensor, justo enfrente del bar de Ir¨²n donde lo mataron el jueves, y hasta all¨ª subi¨® ayer Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar para decirle a su viuda y a sus dos hijos que pueden contar con ¨¦l. "Les he transmitido el p¨¦same de todos los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Luxemburgo". Aznar quiso despu¨¦s pasearse a cuerpo por San Sebasti¨¢n. Ese gesto ten¨ªa un objetivo muy claro: "Paseo por aqu¨ª porque, ¨¦stas son nuestras calles y nuestra tierra, y no van a ser de nadie m¨¢s que de los que queremos la libertad". Despu¨¦s reuni¨® en un almuerzo a todos los cargos de su partido en Euskadi para decirles: "De aqu¨ª no se marcha nadie; los que sobran son ellos".

Fue una llamada a la resistencia. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no quiso regresar a Madrid desde Luxemburgo sin antes parar en el Pa¨ªs Vasco, conmocionado a¨²n por el terrible asesinato del concejal del PP en Renter¨ªa. En el Paseo de La Concha, y poco despu¨¦s de visitar a la familia del fallecido, el presidente del Gobierno interrumpi¨® su caminata para declarar: "Voy a reunirme ahora con mis compa?eros y trasladarles un mensaje: nos vamos a quedar aqu¨ª. S¨®lo se ir¨¢n los que sobran; ¨¦sos s¨ª que se tendr¨¢n que marchar de aqu¨ª".Antes, a eso del mediod¨ªa, Aznar -rodeado de un impresionante dispositivo de seguridad- lleg¨® al n¨²mero 12 de la calle Juan de Arana de Ir¨²n. Frente al edificio donde viv¨ªa Jos¨¦ Luis Caso a¨²n permanece precintado por la Ertzaintza el bar Tranche, donde un terrorista encapuchado dispar¨® la pistola que acab¨® con la vida del concejal. Alguien ha colocado en la puerta un ramo de rosas de pl¨¢stico y una foto con la leyenda "Pecho C¨¢ntabro. Adelante", en alusi¨®n al origen familiar del fallecido.

Aznar fue recibido con aplausos por dos centenares de vecinos. Ya en el piso de los Caso, el presidente se abraz¨® a la viuda, Juani P¨¦rez Cabello, y a sus dos hijos, Jos¨¦ Luis y Juan Carlos. Les dijo que ¨¦l siempre estar¨¢ al otro lado del tel¨¦fono y, con ¨¦l, el Gobierno y su partido. Juani le asegur¨® que estaba bien, que todav¨ªa se encontraba entera pese a las tr¨¢gicas horas vividas; pero tambi¨¦n le reconoci¨® que tem¨ªa derrumbarse dentro de un mes o dos, cuando el tiempo lo fuese enfriando todo. El presidente jug¨® un rato con la ¨²nica nieta de Jos¨¦ Luis Caso, de un a?o, y se fotografi¨® con todos.

Enfrente de casa

Al salir, le coment¨® a sus colaboradores que se sent¨ªa impresionado por "la dignidad ejemplar y la entereza" de la familia. Y porque todos los d¨ªas, al salir de casa, se tengan que topar con el lugar del crimen. La viuda de Caso le coment¨® -a modo de disculpa- que llevaban 40 a?os esperando la instalaci¨®n de un ascensor, y que ahora que est¨¢n a punto de tenerlo Jos¨¦ Luis no vaa poder disfrutarlo. Aznar baj¨® las escaleras tras casi una hora de visita y se acerc¨® a los vecinos congregados junto a la casa. Les estrech¨® las manos, se dej¨® besar y sonri¨® al escuchar las dos expresiones m¨¢s, coreadas: "?Viva presidente! ?Adelante Jos¨¦ Mari!Ya en San Sebasti¨¢n -una ciudad tomada ayer por tierra y aire por la polic¨ªa-, el presidente se ape¨® del coche en la Avenida de la Libertad, donde lo esperaban el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, el coordinador general del PP, ?ngel Acebes, y el presidente del partido en el Pa¨ªs Vasco, Carlos Iturgaiz. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, sepultado casi por una marabunta de escoltas y periodistas, lleg¨® hasta el Paseo de La Concha. "Quer¨ªa ver el mar", dijo sonriendo. "Con el buen d¨ªa que hace", coment¨® el portavoz del Gobierno, Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, "ser¨ªa una pena haber llegado en coche y no disfrutar de San Sebasti¨¢n".

Aznar se par¨® ante los micr¨®fonos y adelant¨® el mensaje que minutos despu¨¦s transmiti¨® a los dos centenaros de cargos p¨²blicos de su partido en el hotel Mar¨ªa Cristina. "No s¨®lo hay que seguir aqu¨ª", manifest¨®, "hay que hacerlo con entereza, coraje, valent¨ªa; dando un paso adelante, porque ¨¦sa es la mejor manera de que entre todos terminemos con esto". "Hay gente que se siente inquieta", continu¨®, "cuando sale a la calle y no sabe si va a volver a su casa con vida, como se preguntaba hace unas horas nuestra concejal de Renter¨ªa". El presidente a?adi¨® que no se trata de una preocupaci¨®n exclusiva de los pol¨ªticos, sino que es un temor compartido por muchos ciudadanos vascos.

Flanqueado por Mayor Oreja y por Concepci¨®n Gironza, la concejal del PP en Renter¨ªa, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar presidi¨® un almuerzo a puerta cerrada con los concejales y diputados vascos. "El partido sabe", les dijo, "que unos est¨¢n sufriendo m¨¢s que otros, y por eso tenemos que proteger a la parte m¨¢s d¨¦bil. Ahora m¨¢s que nunca tenemos que ser una pi?a. Ten¨¦is hilo directo conmigo para cualquier tema personal, familiar o pol¨ªtico".

Dos diputados de las Juntas Generales y un concejal tomaron tambi¨¦n la palabra para animar a sus compa?eros de partido, y para expresar su uni¨®n en el dolor y en la pol¨ªtica. "A pesar de lo tr¨¢gico de la situaci¨®n, queremos que sepas presidente", dijo un concejal haciendo de portavoz del resto, "que estamos de acuerdo con la pol¨ªtica antiterrorista del Gobierno; hay que seguir adelante".