Memoria de la llegada de los barbudos
Todos tienen alg¨²n recuerdo de la entrada de Fidel Castro en La Habana el 1 de enero de 1959, aunque ninguna de las im¨¢genes que guardan en la cabeza sea pol¨ªtica. Si cierra los ojos, Abilio Est¨¦vez todav¨ªa ve la imagen de su madre en el patio, de su casa quemando el uniforme de su padre, un guardia de Batista. Est¨¦vez viv¨ªa al lado del cuartel general del dictador -en una zona muy parecida a La Isla que ¨¦l describe en Tuyo es el reino (Tusquets)-, el lugar de donde parti¨® apresuradamente para el exilio Batista, pero el ni?o de cinco a?os que entonces era Abilio Est¨¦vez no observ¨® ning¨²n movimiento extra?o en los alrededores de su domicilio.La escritora Mayra Montero ten¨ªa siete a?os y viv¨ªa en La Habana cuando las tropas rebeldes llegaron a la capital de la isla. De esa jornada hay un recuerdo que todav¨ªa la hace sonre¨ªr cuando lo cuenta. Una vecina de sus padres, una enfermera batistiana, amiga ¨ªntima del general, se pas¨® toda la noche del 31 de diciembre llamando y recibiendo llamadas: ''se fue el hombre", recuerda Mayra que les dec¨ªa a todos los interlocutores telef¨®nicos. Mayra, su madre y su abuela se pasaron toda la noche pegadas a la pared escuchando las conversaciones de la amiga de Batista. "No me daba cuenta de lo que pasaba, pero todo era muy emocionante y hab¨ªa mucha expectaci¨®n. Hubo sucesos, como la salida de la isla de las monjas de mi colegio, las del Sagrado Coraz¨®n, que para m¨ª no significaban nada; sin embargo las recuerdo subiendo al barco y a mi madre llorando".
Carlos Victoria, de 47 a?os, recuerda vagamente la llegada de los barbudos de la revoluci¨®n, pero tiene claro que aquello fue el inicio de numerosas discusiones en su familia. "Desde el principio hubo gente dividida", dice el escritor.
Zo¨¦ Vald¨¦s, de 37 a?os, s¨®lo ha conocido el comunismo, y desde ni?a se distingui¨® por sus cr¨ªticas al r¨¦gimen. Cuando, en el colegio les obligaban a recitar aquello de "Pioneros por el comunismo, seremos como el Che", ella replicaba en voz bajita para que la escuchara la compa?era de al lado: "Asm¨¢ticos".
Babelia
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