Blair apuesta por "el ¨¦xito" del lanzamiento del euro bajo la presidencia britanica de la UE
Lo repiti¨® media docena de veces en el d¨ªa del estreno de su presidencia europea. "Queremos que la uni¨®n monetaria, nuestra primera prioridad, sea un ¨¦xito". El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, ejercer¨¢ de comadrona del euro, en la cumbre de la UE del primer fin de semana de mayo, cuando los Quince realicen la criba de monedas aceptadas y dicten sus paridades. Blair reiter¨® hasta la saciedad su promesa de ejercer una presidencia "constructiva". La plantea como una gran operaci¨®n para ganarse la confianza de sus socios y desintoxicar a su opini¨®n interna del conservadurismo euroesc¨¦ptico.
La uni¨®n monetaria es "un gran proyecto" porque "crear¨¢ m¨¢s bienestar" econ¨®mico y arrojar¨¢ "beneficios pr¨¢cticos" subray¨® Blair a un n¨²cleo de periodistas europeos, el mi¨¦rcoles. Por tanto, "no caben dudas sobre d¨®nde est¨¢ el Reino Unido" y ¨¦l mismo, pues "soy intensamente brit¨¢nico y patriota, pero tambi¨¦n me siento parte de Europa", declam¨®.Sin embargo, la isla no se integrar¨¢ en el primer grupo que encarne el euro el 1 de enero de 1999, tal como decidieron los Comunes el 27 de diciembre. Blair reiter¨® al respecto las razones econ¨®micas esgrimidas por su canciller del Exchequer y n¨²mero dos del Gobierno laborista, Gordon Brown, descartando cualquier "prejuicio" pol¨ªtico. "Nos mantenemos fuera no porque la uni¨®n monetaria carezca de sentido, sino por la diferencia de nuestro ciclo econ¨®mico" respecto al continental, razon¨®, pues resulta dif¨ªcil reducir en un a?o los cuatro puntos que separan a los tipos de inter¨¦s brit¨¢nicos de los alemanes.
Y, en consecuencia, como "lo importante es que la convergencia econ¨®mica sea sostenible", Londres quiere "estar seguro" de poder mantenerse luego: el test definitivo estriba en que "las ventajas para el Reino Unido sean tangibles", indic¨® el primer ministro. Descart¨®, pero sin rotundidad, que eso "sea previsible" dentro de esta legislatura, que acaba en el 2002.
Otros ministros son a¨²n menos tajantes sobre una eventual anticipaci¨®n de la decisi¨®n y el refer¨¦ndum. "En las actuales circunstancias, no entraremos dentro de este mandato parlamentario", aunque "si los argumentos econ¨®micos juegan a favor, no podemos permitir que sean ahogados por razones pol¨ªticas", argu¨ªa el secretario del Foreigil Office, Robin Cook. M¨¢s combativa a¨²n, su colega de Comercio e Industria, Margaret Beckett, reconoc¨ªa que "pueden ocurrir acontecimientos ahora imprevistos" por lo que "ninguna cuesti¨®n de fondo excluye completamente" esta posibilidad. Si el impacto sobre el Reino Unido de un euro sin la lira lo aconseja, 11 yo misma presionar¨¦ al canciller", aunque es consciente del h¨¢ndicap que representa "la total asuencia de preparaci¨®n para la uni¨®n monetaria en las empresas, por culpa de nuestros antecesores" tories.
Este ¨²ltimo no deja de momento margen al gui¨®n trazado. Ni siquiera se aviene a reintegrar la esterlina al SME, del que sali¨® en 1992. "No es nuestra intenci¨®n", asegur¨® Brown. No por ello evita elogios al euro, que "no s¨®lo cambiar¨¢ beneficiosamente la econom¨ªa europea, sino tambi¨¦n la mundial". De modo que el Reino Unido presidir¨¢ el nacimiento de hecho del euro este mayo -el jur¨ªdico ser¨¢ en 1999-, el principal acontecimiento del per¨ªodo y primer objetivo de su semestre, estando al tiempo ausente de los compromisos- y ventajas que conlleva.
Pero eso no debe conllevar mayor conflicto. Todo est¨¢ muy madurado y las grandes disputas (sobre el n¨²cleo duro, el Pacto de Estabilidad o el Consejo Euro-X de los pa¨ªses in) sestean en el pasado. Tampoco las otras prioridades auguran disputas. En, empleo, los Quince deben s¨®lo presentar sus programas plurianuales. En ampliaci¨®n, se iniciar¨¢n las negociaciones, algo solemne pero f¨¢cil. En medio ambiente y lucha contra el crimen y la droga, que constituyen las otras obsesiones de Blair para "acercar Europa a los ciudadanos" hay pocas iniciativas ambiciosas y nuevas que puedan romper la placidez continuista de esta presidencia.
As¨ª se ha buscado, no s¨®lo para congraciar al Reino Unido con sus socios europeos, sino para facilitar la tarea de desintoxicar a una opini¨®n p¨²blica bombardeada durante 18 anos por mensajes oficiales antieuropeos. O, como dice Cook, para "instalar en la mente de la gente la idea de que Europa es, importante para los Gobiernos, pero sobre todo para los ciudadanos". Por eso, Londres prepara decenas de seminarios y actos propagand¨ªsticos, entre los que descolla la iniciativa de un concurso infantil, cuyos ganadores podr¨¢n compartir un d¨ªa en la vida del ex entrenador del Bar?a, Bobby Robson; del ministro alem¨¢n de Exteriores, Klaus Kinkel, y de otros personajes. Como a la t¨®nica, los brit¨¢nicos deben "aprender a amar a Europa''.
El apoyo de los socios parece f¨¢cil de conseguir. El presidente de la Comisi¨®n, Jacques Santer, elogiaba ayer al "refrescante y positivo nuevo enfoqu¨¦ brit¨¢nico" de la construcci¨®n europea. Habr¨¢ que ver si un s¨®lo semestre puede con la tradici¨®n de dos d¨¦cadas.
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