Ensayo de orquesta

Mientras los pol¨ªticos discuten sobre qui¨¦n ser¨¢ el presidente y c¨®mo se repartir¨¢n los puestos en el directorio o comit¨¦ ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), el embri¨®n de este organismo -el Instituto Monetario Europeo (IME)- est¨¢ en avanzado estado de gestaci¨®n.En varios pisos alquilados de la eurotower de Francfort, custodiados por guardias de seguridad que hablan ingl¨¦s con fuerte acento alem¨¢n, poco m¨¢s de 350 especialistas de diversos pa¨ªses -entre ellos 16 espa?oles- trabajan con ah¨ªnco para tener a punto el BCE para mayo, cuando los jefes de Estado y de Gobierno de la Uni¨®n Europea decidan qui¨¦nes participar¨¢n en la tercera fase de la Uni¨®n Monetaria. Los dirigentes europeos tendr¨¢n que ponerse despu¨¦s de acuerdo sobre la composici¨®n del comit¨¦ ejecutivo del BCE (seis miembros, incluidos el presidente y su vicepresidente).

Despu¨¦s de esta decisi¨®n pol¨ªtica, que se espera antes de julio, el IME se convertir¨¢ en el BCE y entrar¨¢ en una etapa de ensayo general cada vez m¨¢s complicada, que ha de durar hasta finales de 1998. La creaci¨®n del BCE puede compararse al ensayo de una orquesta durante el cual los distintos instrumentos fueran incorpor¨¢ndose paulatinamente al conjunto. Algunos de ellos aparecieron, interpretaron su papel y s¨®lo volver¨¢n para actuar de verdad. ?ste es el caso de los billetes del euro que entrar¨¢n en circulaci¨®n en el a?o 2002.

El euro que los ciudadanos europeos tendr¨¢n en sus carteras ser¨¢ algo diferente a las maquetas presentadas en sociedad, ya que los billetes estar¨¢n dotados de elementos de blindaje para protegerlos de falsificadores. Por razones de seguridad, los responsables del IME mantienen en secreto c¨®mo se confeccionar¨¢n las planchas este a?o y c¨®mo se efectuar¨¢n los encargos a las f¨¢bricas de moneda de los pa¨ªses participantes. Tambi¨¦n es un secreto el lugar o lugares d¨®nde se guardar¨¢n los billetes hasta que comiencen a circular.

Los gobernadores de los bancos centrales de la Uni¨®n Europea, que componen el consejo director del IME junto con el presidente Wim Duisenbeg tienen ya una tradici¨®n: se re¨²nen los primeros martes de cada mes en Francfort, pero llegan a la ciudad la v¨ªspera y cenan juntos. Estas cenas, sin intrusos, contribuyen aparentemente a resolver los asuntos importantes.

El estatuto del BCE define ya en gran medida el funcionamiento de la instituci¨®n. No obstante, las reglas de procedimiento, en fase de elaboraci¨®n, dan un margen de maniobra para afinar las relaciones de poder en la cumbre. Hay quien piensa que las reglas internas se podr¨ªan utilizar como baza en el forcejeo pol¨ªtico entre los franceses, que cierran filas en tomo a la candidatura de Jean Claude Trichet, y los alemanes, que han apoyado a Duisenbeg. Entre las hip¨®tesis que se apuntan est¨¢ la creaci¨®n de una vicepresidencia fuerte y la concertaci¨®n de la cartera de Pol¨ªtica Monetaria, un puesto clave dentro del BCE.

Con los estatutos en la mano, otros piensan que las reglas de procedimiento no permiten maniobras pol¨ªticas. Sin embargo, nada impide al presidente dimitir antes de hora e incluso aceptar una edad de jubilaci¨®n como la de los presidentes del Bundesbank (banco central alem¨¢n), que se retiran a los 68 a?os. Esta norma no est¨¢ en la ley del Bundesbank, sino en un intercambio de cartas de los a?os cincuenta entre la instituci¨®n bancaria y el Ministerio de Finanzas de la RFA.

El Bundesbank es punto de referencia inevitable para el futuro BCE, tanto por su independencia como por su prestigio y por su proximidad geogr¨¢fica. Alem¨¢n es el responsable de informaci¨®n adjunto al presidente del IME y alemanes son tambi¨¦n dos de los cuatro dirigentes de los departamentos b¨¢sicos: el responsable del secretariado general y el jefe de departamento de administraci¨®n. Este ¨²ltimo procede del Buridesbank y es el responsable de personal, contrataci¨®n y salarios.

La plantilla del BCE est¨¢ en plena formaci¨®n, aunque el IME s¨®lo extiende contratos hasta finales de 1998. Hoy, el contingente m¨¢s numeroso est¨¢ formado por alemanes. Por su peso econ¨®mico, a Alemania le corresponde el 22,5% de los 50.000 millones de ecu (un ecu corresponde a 167 pesetas actualmente), que constituyen las reservas externas del IME. La participaci¨®n de Espa?a es de un 8,85%. Los porcentajes, sin embargo, se alterar¨¢n en funci¨®n del n¨²mero definitivo de participantes en la tercera fase de la Uni¨®n Monetaria. De los 16 espa?oles que hay en el IME, 11 provienen del Banco de Espa?a, seg¨²n el jefe de prensa de esta instituci¨®n.

La mayor¨ªa del personal del IME viene de los bancos centrales. Los del sur van de mala gana a Francfort. Y algunos espa?oles "han aguantado" poco, incluso en puestos de gran prestigio. Los del norte van con m¨¢s gusto, en parte porque en sus bancos nacionales los sueldos no son tan ventajosos como en el sur y en parte porque Francfort vista desde Escandinavia es m¨¢s atractiva que vista desde Roma o Par¨ªs.