La vida es algo m¨¢s

A ra¨ªz del suicidio asistido de Ram¨®n Sampedro se ha organizado un gran debate en la opini¨®n p¨²blica sobre el denominado "derecho a una muerte digna". Me parece que el debate est¨¢ malogrado desde el principio si lo centramos en la muerte, y no en la vida. Es ¨¦sta la que merece todo el respeto, porque no hay vidas indignas que no merezcan la pena. ?Qui¨¦n puede decir que la vida de un enfermo, de un anciano y de un inv¨¢lido son vidas indignas? ?Es que son indignos quienes las viven? La enfermedad o la ancianidad no son realidades indignas, y las vidas de estas personas pueden estar m¨¢s llenas que las de muchos sanos. No se puede reducir la vida al movimiento, ni a la juventud ni a la salud: la vida es algo m¨¢s.Junto con el debate p¨²blico hemos o¨ªdo estos d¨ªas testimonios de muchos tetrapl¨¦jicos que lamentan que el caso Sampedro haya convertido su enfermedad en una tragedia que s¨®lo tiene una soluci¨®n: la muerte. Estos tetrapl¨¦jicos, sin embargo, se agarran con fuerza a la vida: estudian, trabajan, forman una familia, r¨ªen y, como todos, lloran tambi¨¦n de vez en cuando.En el fondo, lo que est¨¢ en juego no son dos piernas y dos brazos, sino el sentido de la vida; hay quien lo pierde por una enfermedad, por un accidente o por los a?os; hay tambi¨¦n quien perfectamente sano no acaba de encontrar este sentido a su vida. En cualquier caso, la soluci¨®n, m¨¢s que en proporcionar cianuro a quien lo pida, est¨¢ en ayudar a encontrar las razones que hacen que toda vida sea digna-