Peor contra diez

Una jugada. Una genialidad de Caminero pudo cambiar el rumbo del partido si no es por el error de Molina en el empate. En una sola jugada dej¨® al Celta con 10 y sac¨® un penalti que fue gol.Con criterio. El equipo vigu¨¦s llevaba la iniciativa, pero cuando perd¨ªa la pelota los problemas le llegaban por el centro de la defensa (por ah¨ª lleg¨® el penalti). Tras la expulsi¨®n, Irureta coloc¨® a Mazinho como cuarto defensa. Y apoyado en su buen criterio futbol¨ªstico -y a pesar de la inferioridad num¨¦rica-, el Celta consigui¨® empatar el partido.

Penoso. Cuanta m¨¢s superioridad peor jug¨® el Atl¨¦tico. No supo concretar las ocasiones en el comienzo de la segunda parte y luego con dos m¨¢s ni las cre¨®. La lesi¨®n de Juninho fue determinante. Las ideas empezaron a brillar por su ausencia y el juego adquiri¨® una lentitud exasperante. Ni velocidad ni precisi¨®n.

Acus¨® la inferioridad. Tras el descanso, el Celta comenz¨® a acusar su inferioridad num¨¦rica en el centro del campo. Perdi¨® la iniciativa y disminuy¨® su posesi¨®n del bal¨®n. Se vio obligado a ceder terreno para jugar m¨¢s arropado. Sus posibilidades ofensivas se limitaban a las acciones individuales de M¨®stovoi y Revivo y a la mayor presencia de Karpin.

El ¨¢rbitro. Combin¨® aciertos y errores. Acert¨® en el penalti y la consiguiente expulsi¨®n, pero a partir de ah¨ª adoleci¨® de falta de personalidad. Traslad¨® a su asistente la responsabilidad de la decisi¨®n m¨¢s clara del partido; e incomprensiblemente dej¨® en el terreno de juego a Michel Salgado, compensando su error con la absurda expulsi¨®n de Ito.