El Parlamento alem¨¢n cambia la Constituci¨®n y autoriza escuchas electr¨®nicas generalizadas

El Bundesrat (la C¨¢mara alta del Parlamento alem¨¢n) aprob¨® ayer las pol¨¦micas enmiendas constitucionales que dejan libres las manos a la polic¨ªa para efectuar escuchas electr¨®nicas en domicilios privados en nombre, de la lucha contra la delincuencia organizada. Aunque se requiere previa autorizaci¨®n judicial, la polic¨ªa podr¨¢, en casos de extrema gravedad, actuar, solicitando posteriormente el permiso del juez. Tras garantizar a los ¨®rganos del orden p¨²blico un marco de actuaci¨®n legal m¨¢s holgado del que dispon¨ªan hasta ahora, la C¨¢mara de los Estados Federados, dominada por los socialdem¨®cratas del SPD, no se atrevi¨® a ir m¨¢s lejos y, por el momento, decidi¨® pedir a la comisi¨®n de arbitraje que revise el texto.

La ley permite espiar con medios electr¨®nicos a periodistas, m¨¦dicos y abogados. La polic¨ªa es competencia de los Estados Federales y en algunos de ellos gozaba ya de prerrogativas que ahora le son legitimadas por la Constituci¨®n.La enmienda del art¨ªculo 13 de la Ley Fundamental, que garantiza la inviolabilidad del domicilio, fue aprobada ayer con 47 votos, es decir, uno m¨¢s de los 46 que se necesitaban para obtener los dos tercios de la C¨¢mara (69 votos), compuesta por representantes de los 16 Estados Federados. Cada Estado tiene un n¨²mero de votos que var¨ªa entre 3 y 6 de acuerdo con su densidad de poblaci¨®n.

La ley hab¨ªa sido consensuada entre la coalici¨®n gubernamental liderada por la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana y el SPD, el principal partido de oposici¨®n. Los liberales del FDP estaban divididos sobre el tema y los Verdes est¨¢n rotunda y combativamente en contra.

El Bundesrat tuvo ayer una sesi¨®n inusitadamente concurrida y el debate fue animado. El juego estuvo en manos del SPD y se vio influido por las contradicciones de este partido, desgarrado entre su compromiso con las libertades ciudadanas y la necesidad de aparecer como un fiable garante del orden p¨²blico. La salida para salvar la cara, alrededor de la cual cerraron filas todos los representantes de Estados gobernados por el SPD, fue aprobar la modificaci¨®n constitucional y darle un lifting a la ley. Los socialistas honraban de esta manera el compromiso adquirido en lo esencial, y al mismo tiempo manten¨ªan abierta la posibilidad de acallar a los profesionales m¨¢s alarmados, ante la posibilidad de que logren ampliar la categor¨ªa de los que ser¨¢n inmunes ante el celo policial. Ser¨ªa el caso, muy probablemente, de los periodistas, y tal vez de los abogados y los m¨¦dicos.

Debates pendientes

La comisi¨®n de arbitraje se reunir¨¢ el 2 de marzo y se concentrar¨¢ en tres temas: el primero de ellos se ocupar¨¢ de las categor¨ªas exentas de escucha, que ahora solamente deja al margen a los sacerdotes en el ejercicio de su ministerio, a los abogados penales en el curso de las conversaciones con sus clientes y a los diputados.El segundo tema que afrontar¨¢ la comisi¨®n tendr¨¢ que ver con los procedimientos de informaci¨®n a los afectados por el empleo de medios electr¨®nicos. El tercero, por fin, estudiar¨¢ las condiciones en que tales medidas pueden ser ordenadas.

Con la enmienda constitucional ya aprobada, la modificaci¨®n de la ley exige solamente la mayor¨ªa simple del Bundestag, donde los socialistas est¨¢n en la oposici¨®n. La posibilidad de ampliar el n¨²mero de categor¨ªas profesionales que quedar¨ªan inmunes a las escuchas depende ahora de una parte del SPD, de ciertos liberales, como Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, que dimiti¨® como ministra de Justicia a causa de su postura en este tema, y tambi¨¦n de los Verdes y los socialistas de la antigua RDA.

De los cinco Estados Federados donde los socialdem¨®cratas gobiernan en coalici¨®n con los Verdes, cuatro se abstuvieron y uno de ellos, Schleswig-Holstein, vot¨® en contra.

El alcalde de Hamburgo, Henning Scherf, que lider¨® el movimiento a favor de la revisi¨®n de la ley, apoy¨® la enmienda constitucional con el resto de sus compa?eros de partido. En cuanto a Gerhard Schr?der, el l¨ªder socialdem¨®crata de Baja Sajonia, se avino a rega?adientes al compromiso, que no consider¨® "una soluci¨®n feliz".