Jes¨²s del Pozo crea un ejercicio de estilo y continuidad en la apertura de los desfiles
El dise?ador Roberto Verino se lanza a la piscina de la sensualidad contenida
En un ambiente de serenidad, la Pasarela Cibeles se abri¨® ayer en Madrid con el desfile de Jes¨²s del Pozo, donde imper¨® un ejercicio estil¨ªstico de continuidad; en buen sentido, la madurez de este modista apunt¨® hacia la s¨ªntesis, refrescando sus claves de l¨ªnea y tejidos habituales. Roberto Verino hizo un despliegue de gran profesi¨®n y lujoso empaque cohesionando unos principios de seguridad formal y construcci¨®n sobre las prendas y las gamas.
La Pasarela Cibeles enfrenta su primera edici¨®n de 1998 -en la que desfilar¨¢n 24 firmas- con la presentaci¨®n de las colecciones para el oto?o-invierno 19981999 en un clima rayano en la euforia comercial. Todos los estilistas consultados aseguran estar en una buena racha de ventas y encargos.La frescura que ha intentado insuflar a su desfile de apertura Jes¨²s del Pozo se notaba hasta en el casting de las modelos, con muchas caras nuevas. Del Pozo present¨® una colecci¨®n de car¨¢cter continuista donde no faltaron las l¨ªneas orientalistas hasta el esp¨ªritu zen en su lisura, las transparencias como un cristal de sugerencias y la arquitectura t¨ªpica de este modista: envolver el cuerpo con suavidad para jugar con contornos imprecisos. Se impuso para Del Pozo el largo tobillero, el pantal¨®n ocasional y la organza de seda con hilo de oro al trav¨¦s, su mayor hallazgo de esta edici¨®n. Los velos sobre velos -podr¨ªa decirse veladuras- creando aguas, el negro, el teja y, el marr¨®n triste, el terciopelo herido por un rayo de piedra, precedieron a un vestido-manifiesto violeta y verde-azul, largo y opulento en su falda, donde el uso de una novedosa filoserina coloreada dio un juego formal inusitado. Jes¨²s del Pozo declar¨® tras el desfile: "El experimento ha sido un ¨¦xito, este material ha mejorado en su factura y su resistencia permite comercializarlo con normalidad".
No se puede hablar de un progreso real en Veva Medem, estacionada en una especie de limbo formal cercano a sus primeros aciertos y esta vez con facturados dudosos de terminaci¨®n en pinzas, solapas y los acabados de los pantalones tuxedo, donde a ratos el acento masculino da cierta fuerza a los conjuntos. En resumen, poca emoci¨®n y un uso del raso blanco desconcertante.
Larra¨ªnzar, elegante
El desfile colectivo lo cerr¨® Javier Larra¨ªnzar, que, como siempre, rayando lo escol¨¢stico, da un claro paso adelante en un juego crom¨¢tico largo, estrecho y elegante; su sastrer¨ªa, depurada y de rigor, se vio aderezada con grandes estolas marrones cercanas a la siempre bien recibida manta zamorana, a veces en dos texturas. La piel brillante de color avellana y marr¨®n junto a tejidos tornasolados logran en el trabajo de este estilista una combinaci¨®n atrevida pero eficaz, aunque sus tejidos de m¨¢s ¨¦xito han sido el l¨²rex y el terciopelo selectivamente rasado o con dos calidades juntas.Roberto Verino endulz¨® al p¨²blico con una familia feliz multirracial en grises: tres ni?os y Cameron pisando fuerte sobre un punto tambi¨¦n fort¨ªsimo que dio lugar a americanas cruzadas y a faldas hasta la exacta rodilla. El pantal¨®n de mujer, amplio en los bajos, se hizo gozoso en texturas de alta calidad.
Cerr¨® este primer d¨ªa Palacio & Lemoniez con una colecci¨®n en la que se impuso la sobriedad del negro y la intensa presencia de los nuevos tejidos; el d¨²o vasco consigui¨® de la asimetr¨ªa de las faldas llegar a la fluidez de los pantalones con buen oficio.
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