Todorov: El individualismo salvaje impera en Bulgaria, y el victimismo, en Estados Unidos"
El pensador afincado en Francia reivindica en su ¨²ltimo libro una cultura cambiante
L'homme d¨¦pays¨¦ (El hombre desplazado, editorial Taurus) es un libro "m¨¢s directa y abiertamente personal que mis obras anteriores" admite Tzvetan Todorov, autor de textos de referencia tan distintos como Introducci¨®n a la literatura fant¨¢stica, Nous et les autres, La conquista de America, la moral de la historia, la vida com¨²n. En esta ocasi¨®n, el pensador b¨²lgaro dice haber querido tratar, en la primera parte, las reacciones humanas "ante lo extremo, ante el totalitarismo, ante el mal". "En la segunda analizo sobre todo el trabajo de los intelectuales". Todorov afirma que el totalitarismo ha sido sustituido en Bulgaria por un individualismo salvaje", mientras en EE UU reina el victimismo.
Tzvetan Todorov vive en Francia desde 1963. Lleg¨® a este pa¨ªs como universitario en ampliaci¨®n de estudios y ha acabado por adoptarlo como suyo. "En Bulgaria me sent¨ªa como en una especie de exilio interior, estaba instalado en un mundo privado. Es el pa¨ªs de mi infancia, pero no el de mi juventud. Cuando llegu¨¦ a Par¨ªs, durante mucho tiempo s¨®lo particip¨¦ en discusiones o debates profesionales. He tardado 15 a?os en reaccionar como un ciudadano franc¨¦s, en interesarme por la vida pol¨ªtica".En su libro aprovecha su situaci¨®n de permanente desplazado -en Bulgaria porque el totalitarismo no admite al individuo en cuanto tal; en Francia porque el proceso de integraci¨®n es lento; en EE UU, donde acude como profesor, porque su situaci¨®n es la del visitante- para mirar desde una distancia especial lo que sucede en cada uno de esos lugares. "En Bulgaria no ten¨ªas ning¨²n derecho como individuo, ni siquiera el de protestar. Era una situaci¨®n de negaci¨®n estructural a la autonom¨ªa de la persona. Ese sistema ha roto todos los lazos sociales, hace que hoy todo el mundo desconfie de la m¨¢s simple propuesta colectiva. Es un individualismo salvaje que lleva a mucha gente a sentir nostalgia de ese totalitarismo que tomaba todas las decisiones".
Elegir ser v¨ªctima
En EE UU, por razones distintas, el fen¨®meno de la renuncia a la autonom¨ªa personal tambi¨¦n se da. "En EE UU la gente escoge ser v¨ªctima, es una elecci¨®n. La persona, para sentirse como tal, necesita del reconocimiento exterior, y eso, donde reina el individualismo absoluto, desde una ¨®ptica cl¨¢sica estadounidense, s¨®lo se consigue a trav¨¦s del triunfo, del ¨¦xito. Hoy es cada d¨ªa m¨¢s d¨ªficil existir para los de m¨¢s y la tentaci¨®n es preferir el grupo y el victimismo. Es una situaci¨®n de perversi¨®n de los valores democr¨¢ticos. Si uno tropieza en la calle, cae y se rompe un brazo, puede pensar que todo se debe al destino y a que iba distra¨ªdo, pero tambi¨¦n puede optar por culpar al Ayuntamiento por no cuidar las aceras, al constructor porque puso baldosas que no son lo bastante o demasiado lisas o al portero del inmueble porque no ha barrido las hojas que hacen resbalar. Y a¨²n es m¨¢s c¨®modo convertirse en v¨ªctima colectiva y reclamar derechos en cuanto tal. Como negro, homosexual, jud¨ªo o mujer, tienes derecho a esgrimir viejas heridas y a reclamar nuevas indemnizaciones. La pol¨ªtica de afirmative action, de cuotas de discriminaci¨®n positiva, era bien intencionada, pero el resultado es nefasto".La existencia de valores universales le parece tan indiscutible como demagogos quienes intentan presentarlos como armas de Occidente o del capitalismo. "Los derechos humanos no son franceses como el humanismo no pertenece al Renacimiento italiano. Conviene distinguir entre los sue?os del Estado y los del humanismo de la misma manera que hay que evitar esa perversi¨®n francesa que transforma el derecho a la igualdad en uniformidad necesaria".
Cultura e interacci¨®n
Preocupado ahora por esa vida pol¨ªtica francesa que 30 a?os atr¨¢s le era ajena, Todorov se inquieta "ante el auge del Frente Nacional. Con Austria y Flandes, Francia comparte la desgracia de tener m¨¢s de un 10% de la poblaci¨®n votando a la extrema derecha. Aqu¨ª ha empezado a progresar desde que descubri¨® que el enemigo no era el comunismo, sino el extranjero. El nacionalismo y la xenofobia son dos caras de una misma, moneda. Hay quien denuncia la uniformlizaci¨®n que se deriva de la apertura a todas las influencias, pero es una uniformizaci¨®n superficial. Los alemanes siguen siendo alemanes, los franceses franceses y los italianos italianos. Son pa¨ªses que mantienen muy viva su cultura, y eso s¨®lo se logra conociendo la propia tradici¨®n y multiplicando los contactos con otras culturas. Cultura es interacci¨®n. Una cultura sigue viva mientras se transforma".
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