Un juez de Salamanca investiga si un m¨¦dico minti¨® para ocultar una paliza a un recluso

Un juez investiga si un m¨¦dico de la c¨¢rcel de Topas (Salamanca) false¨® un informe para tapar la presunta paliza que un grupo de funcionarios propin¨® el 25 de noviembre de 1997 al interno Benito Carrasco Mu?oz. El doctor que visit¨® al preso en una celda de aislamiento, a la que fue conducido tras la agresi¨®n, certific¨® que Carrasco no presentaba ninguna "patolog¨ªa rese?able". Pero Jos¨¦ Luis Castro, juez de vigilancia de Castilla y Le¨®n, que se present¨® casualmente ese d¨ªa en la prisi¨®n, descubri¨® la irregularidad y denunci¨® los hechos, incluida la supuesta paliza, en el juzgado de guardia.La denuncia ha reca¨ªdo en el Juzgado de Instrucci¨®n 4 de Salamanca, que la ha desglosado en dos procedimientos: uno por la presunta falsedad del m¨¦dico y otro por la presunta paliza.

El juez de vigilancia lleg¨® a la c¨¢rcel sobre las 12 de la ma?ana de aquel d¨ªa. Era una visita rutinaria. Nada m¨¢s verle, tres internos le contaron que "seis o siete" funcionarios acababan de propinar una paliza a Carrasco. El magistrado mand¨® que llevasen a Carrasco a su presencia. Y, al observar los hematomas que cubr¨ªan parte de su cuerpo y que nada se dec¨ªa de ellos en el informe m¨¦dico, orden¨® que fuese examinado de nuevo por otro m¨¦dico y delante de ¨¦l.

El segundo m¨¦dico, tras entrar en la habitaci¨®n donde estaban el juez y el secretario judicial, espet¨® al interno, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n: "No has contado a su se?or¨ªa lo que t¨² has hecho al funcionario (...)". "Venga, d¨¦jese de (...) y exam¨ªnelo", interrumpi¨® el magistrado.

Este segundo facultativo s¨ª hizo constar lesiones. El parte m¨¦dico dec¨ªa as¨ª: "Al sr. juez de vigilancia: reconocido en su presencia el interno Benito Carrasco Mu?oz, se aprecian hematomas en ambos muslos (cara exterior) y regi¨®n escapular derecha [hombro y espalda]. Las lesiones son de car¨¢cter leve. A los efectos oportunos. Firmado, m¨¦dico oficial".

El director de la prisi¨®n de Topas, Jos¨¦ Ignacio Berm¨²dez, explica: "La discrepancia de los m¨¦dicos se debe a que el interno fue reconocido inmediatamente despu¨¦s de la trifulca, y es sabido que los hematomas suelen aflorar pasado un tiempo. Adem¨¢s", a?adi¨®, "el preso estaba muy violento y se neg¨® a ser reconocido".

El primer m¨¦dico ha prestado ya declaraci¨®n sobre su informe. Asegura que el interno estaba "muy nervioso" y que no le permiti¨® examinarle. "Si ¨¦se fue el motivo, as¨ª debi¨® hacerlo constar en el informe", subraya el abogado del preso, Juli¨¢n Carlos R¨ªos.

El juez que instruye la supuesta falsedad investiga, en un segundo procedimiento, la denuncia del preso "por lesiones" contra los funcionarios y la de ¨¦stos contra el interno "por resistencia y atentado a la autoridad".

Benito Carrasco fue sancionado y recluido en una celda de aislamiento: 21 horas diarias sin poder salir de sus cuatro paredes. Adem¨¢s, fue reclasificado en el primer grado penitenciario, el r¨¦gimen carcelario m¨¢s duro. La c¨¢rcel le aplic¨® esas medidas disciplinarias tras aducir que en el altercado hab¨ªa agredido a un funcionario. El preso recurri¨® ante Jos¨¦ Luis Castro, y ¨¦ste, en dos autos, anul¨® las sanciones y orden¨® que se le progresara "al segundo grado penitenciario", el que disfrutaba antes del altercado.