S¨ªntomas de descomposici¨®n
Toda legislatura democr¨¢tica est¨¢ marcada por la manifestaci¨®n de voluntad del cuerpo electoral que est¨¢ en su origen. La acci¨®n pol¨ªtica en democracia no es, en ¨²ltima instancia, m¨¢s que la interpretaci¨®n por la mayor¨ªa gubernamental y la minor¨ªa opositora, cada una a su manera y en funci¨®n del apoyo recibido, de la sentencia dictada por el cuerpo electoral el d¨ªa de las elecciones generales.Dicha sentencia es una sentencia firme para toda la legislatura. La minor¨ªa no puede, bajo ning¨²n pretexto, poner nunca en duda la legitimidad del Gobierno de la mayor¨ªa en el curso de la legislatura. La legitimidad la proporciona el cuerpo electoral en unas elecciones generales y s¨®lo la puede revisar el cuerpo electoral en otras elecciones generales. El paralelismo de las formas es el principio en el que descansa todo Estado democr¨¢tico y no admite excepci¨®n de ning¨²n tipo.
Ahora bien, no todas las sentencias dictadas por el cuerpo electoral son iguales. Hay algunas cuya interpretaci¨®n es muy f¨¢cil y hay otras en las que la tarea de interpretaci¨®n presenta notables dificultades. La sentencia del 28-O de 1982 no ofreci¨® dificultad alguna. La del 3-M de 1996 presentaba muchas.
En parte por la forma en que se gest¨®. Y no me refiero a las "maniobras orquestales en la oscuridad", recientemente desveladas por Luis Mar¨ªa Anson. Me refiero a que el PP solicit¨® un mandato del cuerpo electoral que no le fue concedido en los t¨¦rminos en que lo hab¨ªa solicitado, sino en otros muy distintos. La desolaci¨®n de la noche electoral en G¨¦nova 13 y el desconcierto de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en la conferencia de prensa del d¨ªa, siguiente creo que est¨¢n en la mente de todos.
El PP ten¨ªa que interpretar una sentencia que no era la que pensaba que iba a tener que interpretar. El mandato recibido le obligaba a redefinir el programa de gobierno con el que se hab¨ªa presentado a las elecciones. Forme gobierno, pero no para hacer lo que pensaba hacer, sino algo distinto. Esta fue la sentencia. Dentro de cuatro a?os veremos si ha sido capaz de rectificar e interpretar correctamente el mandato que le hemos dado.
Es lo que el PP no ha sabido hacer. Se ha enfrentado con ¨¦xito con el examen del euro, como lo han hecho todos los gobiernos de todos los pa¨ªses que ten¨ªan que pasar dicho examen, pero no ha sido capaz de definir una pol¨ªtica general para el pa¨ªs. Tal vez por las hipotecas contra¨ªdas durante las "maniobras orquestales en la oscuridad". Tal vez por incapacidad pol¨ªtica. Tal vez por ambas cosas a la vez El examen del euro ha sido la coartada que le ha permitido al PP justificar su incapacidad para interpretar la sentencia del 3-M de 1996 y redefinir un programa general de gobierno para el pa¨ªs. Y, por eso, a medida que nos acercamos al 1 de mayo y el examen del euro empieza a ser cosa del pasado, est¨¢n empezando a hacerse visibles s¨ªntomas de descomposici¨®n en el Gobierno y en quienes le auparon a dicha posici¨®n.
El proceso no ha hecho m¨¢s que empezar. Y si el Gobierno sigue reaccionando de la forma en que lo est¨¢ haciendo, va a ir a m¨¢s. Y no porque ahora haya maniobras oscuras de ning¨²n tipo. Si las hay, siguen viniendo de donde ven¨ªan. ?A ver si no c¨®mo se explica que el vicepresidente primero del Gobierno no "se atreva" a decir nada de la calificaci¨®n de "Rosita" Conde como la M¨®nica Lewinski de la Moncloa? ?No se siente obligado el vicepresidente del Gobierno a decir algo sobre un ataque tan brutal a la dignidad de la anterior ministra del Gobierno de la naci¨®n y representante en estos momentos del pueblo espa?ol en las Cortes? ?O es que hay presiones irresistibles para el presidente y vicepresidente primero del Gobierno?
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