Francia exhibe sus cifras y previsiones con euforia

Francia cumple todos los criterios de convergencia exigidos en el Tratado de Maastricht y comienza a pensar en el Presupuesto de 1999. Un d¨¦ficit que representa el 3,02% del producto interior bruto (PIB), una deuda del 58% del (PIB), una inflaci¨®n de s¨®lo 1,3%, tipos de inter¨¦s del 5,6% y una moneda que no ha sufrido devaluaci¨®n alguna en los ¨²ltimos 11 a?os son su seguro pasaporte para el euro.

El ministro de Econom¨ªa y Finanzas, Dominique Strauss-Kahn, ha atribuido parte del m¨¦rito al actual Ejecutivo: "Si nuestros honorables predecesores hubiesen tenido el sentimiento de que pod¨ªan conseguirlo, no habr¨ªan disuelto la Asamblea Nacional y convocado elecciones anticipadas", dijo ayer con sorna.

Los datos macroecon¨®micos franceses son buenos y la previsi¨®n de un crecimiento del orden del 3% para 1998 -2,4% en 1997; 1,5% en 1996- parece factible gracias a un recuperado consumo interno. El primer ministro, Lionel Jospin, se muestra prudente, sin embargo, ante los que le presionan para que anuncie ya c¨®mo va a redistribuir la riqueza.

"Para repartir", dice, "antes hay que producir". Un buen ejercicio de 1998 supondr¨ªa unos ingresos a?adidos de 60.000 millones de francos (1,5 billones de pesetas), de los que 20.000 est¨¢n destinados a los aumentos salariales de los funcionarios o a la mejora de ayudas sociales.