Miguel Gila opina que la televisi¨®n ha vulgarizado el humor en Espa?a
El c¨®mico publica las memorias de su exilio en Argentina
![Miguel ?ngel Villena](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F9458f660-e7f5-46ca-b675-7dc655f1b22d.png?auth=72374651f50d5e94f65c14aac0db0704c2482e399bf4b3056ae9b0b0b8708b6c&width=100&height=100&smart=true)
Lleva medio siglo haciendo re¨ªr y explica que la clave ha sido "re¨ªrse con la gente y no de la gente". C¨®mico popular, apreciado por varias generaciones, Miguel Gila lamenta que el humor en Espa?a haya optado en los ¨²ltimos a?os "por lo f¨¢cil y barato" en lugar de mantener un tono divertido de cr¨ªtica social. El humorista atribuye a la televisi¨®n parte de esta decadencia. "A veces, enciendes la tele y cae un chorro de grasa" dice Gila, que ha publicado las memorias de su exilio en Argentina.
Nacido en Madrid en 1919, Miguel Gila pas¨® 23 a?os de exilio en Argentina, donde decidi¨® instalarse tras sufrir "un empacho de dictadura" durante el franquismo. Declara que tiene su amor repartido entre Argentina, M¨¦xico y Espa?a y, al margen de razones pol¨ªticas, este veterano humorista quiso demostrar si "s¨®lo era un f¨®rmula 1 en el Jarama madrile?o o era capaz de divertir al p¨²blico en otros pa¨ªses". Su condici¨®n de exiliado le lleva a Gila una sensaci¨®n de tristeza cuando contempla la reacci¨®n hostil de algunos espa?oles ante la llegada de marroqu¨ªes en pateras o los insultos de "sudacas" que reciben en ocasiones los latinoamericanos. "Desde luego", comenta, "estas actitudes no se corresponden con la magn¨ªfica acogida que tuvieron muchos espa?oles en Iberoam¨¦rica tras la guerra civil".Se considera deudor del humor de Charles Chaplin, de escritores rusos como Ch¨¦jov o Pushkin y de aquella n¨®mina de geniales humoristas espa?oles que integraban nombres como Fern¨¢ndez Flores, Jardiel Poncela o Mihura. Tras definir el humor como "la maldad de los hombres vista con la ingenuidad de un ni?o", Miguel Gila desgrana recuerdos, deliberadamente desordenados, de sus a?os en Am¨¦rica Latina, que ha plasmado en Memorias de un exilio. Argentina mon amour (Temas de Hoy). "La memoria", sentencia, "es un desv¨¢n que almacena cosas desde que eres un chico. Luego las vas sacando sin un orden cronol¨®gico".
De expresi¨®n seria, vestido con chaqueta azul, vaqueros y camisa de arabescos, fuma sin parar mientras comenta: "Nunca me r¨ªo de m¨ª mismo, me r¨ªo de mis personajes". El tel¨¦fono es su compa?ero inseparable de escenarios, pero Gila evoca ante los periodistas el horror que le provocan los m¨®viles: "Hace unos d¨ªas publiqu¨¦ un chiste en un peri¨®dico Barcelona donde un mendigo anunciaba que, por da dos limosnas, regalaba un tel¨¦fono m¨®vil".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.