Blair presiona a Santer para lograr m¨¢s fondos estructurales de la UE

El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, ha aplicado un tercer grado al presidente de la Comisi¨®n, Jacques Santer, para que su pa¨ªs logre un trato preferente de los fondos estructurales de la Uni¨®n Europea (UE), que garantizan la solidaridad interna. Londres se opone a que el criterio del desempleo juegue un papel determinante en ellos, contra el inter¨¦s de Espa?a y las orientaciones dadas por el Consejo Europeo cumbre tras cumbre.

La presi¨®n de Blair ha sido "directa, tajante y envolvente", seg¨²n fuentes conocedoras del encuentro entre ambos. Lo peor de todo, a juicio de ¨¦stas, es que el l¨ªder brit¨¢nico "se prevali¨®" de sus funciones al frente de la presidencia semestral de turno de la Uni¨®n para defender sus intereses nacionales. Blair efectu¨® su presi¨®n en una reuni¨®n bilateral con Santer celebrada en Londres el pasado mi¨¦rcoles.El primer ministro propugn¨® ante Santer que el nivel de desempleo no constituya un criterio b¨¢sico para la distribuci¨®n de los fondos correspondientes al objetivo 2, en el paquete presupuestario 2000-2006, cuyos reglamentos debe aprobar la Comisi¨®n Europea el pr¨®ximo mi¨¦rcoles. El objetivo 2 es el que permite subvencionar a las regiones en declive industrial, agr¨ªcola, grandes ciudades con problemas de exclusi¨®n social y zonas pesqueras en reconversi¨®n.

Ocurre que el Reino Unido es el que registra un menor nivel de paro (6,6% el pasado diciembre) entre los grandes pa¨ªses de la UE: Alemania ostenta el 10%; Francia, el 12,2% y Espa?a, el 20,4%. Blair reclam¨® que los fondos dependientes de ese objetivo se atribuyan sobre todo en funci¨®n de la renta regional.

Pero el criterio de renta ya es el que se utiliza para el objetivo 1, que subvenciona a las regiones con un producto inferior al 75% de la media comunitaria. Este objetivo se llevar¨¢ la parte del le¨®n de los fondos estructurales, dos tercios del total de 210.000 millones de ecus (unos 35 billones de pesetas) durante el per¨ªodo 2000-2006. Apenas beneficia al Reino Unido, un pa¨ªs con alta renta.

Las presiones de Blair se producen despu¨¦s de que su ministra de Comercio e Industria, Margaret Beckett, fracasara en la misma tentativa durante un encuentro previo, el pasado d¨ªa 25, con la comisarla europea de Pol¨ªtica Regional, Monika WuIff-Mathies. La comisaria dej¨® claro en esa reuni¨®n que todos los pa¨ªses de la UE deber¨¢n sacrificar parte de las subvenciones que reciben para facilitar la ampliaci¨®n al Este.

WuIff-Mathies record¨® tambi¨¦n a Beckett que Bruselas ha sido ya muy generosa. En la revisi¨®n de la lista de regiones beneficiadas por el objetivo 2 realizada hace dos a?os, deb¨ªan haber ca¨ªdo varias regiones brit¨¢nicas. Entonces se decidi¨® continuar las ayudas a ellas destinadas.

Y no s¨®lo eso. En el reglamento de Fondos Estructurales que la Comisi¨®n aprobar¨¢ el mi¨¦rcoles, se les sigue otorgando un trato generoso, tres a?os de pr¨®rroga despu¨¦s de haber superado el umbral establecido para ser elegidas como subvencionables dentro de ese objetivo. El Reino Unido pide m¨¢s, seis a?os de reducci¨®n escalonada, el mismo plazo de gracia que se prev¨¦ para las regiones que deban abandonar el objetivo 1, como Valencia y Cantabria en el caso espa?ol.

Bruselas recuerda tambi¨¦n que el Consejo Europeo o cumbre de jefes de Gobierno ha reclamado reiteradamente que el "criterio empleo" se incorpore a todas las pol¨ªticas comunitarias. En realidad, ya lo viene aplicando al objetivo 2 desde 1994, con el expreso benepl¨¢cito brit¨¢nico, por lo que "resulta chocante" que ahora Londres "pretenda desdecirse".

Adem¨¢s, el proyecto del nuevo reglamento exhibe bastante flexibilidad en el objetivo 2. En principio, este debe beneficiar al 20% de la poblaci¨®n europea, una reducci¨®n notable respecto del 26% actual. Esta concentraci¨®n, que supone sacrificios para ciertos sectores, pretende centrar las ayudas en quienes m¨¢s lo necesitan. Pues bien, el texto deja margen a los Gobiernos. La Comisi¨®n fijar¨¢ unas cuotas nacionales seg¨²n la cantidad de poblaci¨®n que deba ser ayudada, y los ejecutivos de los Estados miembros podr¨¢n distribuir la mitad de esas cuotas dentro de su pa¨ªs, seg¨²n criterios y necesidades propias.