Los delincuentes sexuales carecen de centros para ser tratados
El de Arlindo C. C. (El violador de Pir¨¢mides) es el m¨¢s espectacular de los casos de presuntos violadores en serie registrados en Madrid en los ¨²ltimos a?os, pero no el ¨²nico. Aunque a menos escala delictiva, s¨®lo en el ¨²ltimo lustro han salido a la luz en Madrid otros violadores en serie de calado. El de Fuenlabrada, el de Torrej¨®n; el de Las Rozas... Son personas, afirma Enrique Esbec, coautor del informe psicol¨®gico de Arlindo, que "necesitan ayuda terap¨¦utica que les permita superar su grave perversi¨®n sexual".El problema, lamenta Esbec, es que Espa?a carece de centros especializados para atender correctamente a este tipo de "delincuentes sexuales". "No los hay, ni privados ni p¨²blicos", se queja Esbec, consciente de lo eficaces que resultan en este tipo de personas los ¨²ltimos sistemas psicoterap¨¦uticos. Existen distintas t¨¦cnicas, como la castraci¨®n hormonal o la cirug¨ªa aplicada a trav¨¦s de rayos l¨¢ser. "Estas personas", afirma Esbec, "tienen derecho a recibir un tratamiento; sin embargo, lo ¨²nico que se hace es llevarles a Carabanchel, donde apenas se hace nada con ellos".
Esbec sostiene que esa situaci¨®n de desamparo es extrapolable tambi¨¦n a las v¨ªctimas del delincuente sexual. "Existe una ley de ayuda a las v¨ªctimas de delitos graves que fue aprobada en diciembre de 1995 y que prev¨¦ indemnizaciones para las mujeres violadas. Pero esa ley a¨²n hoy no se ha materializado".
Esbec afirma que la violaci¨®n "es el delito que m¨¢s dolor causa a las v¨ªctimas; despu¨¦s del hecho, jam¨¢s vuelven a ser las mismas personas: desarrollan miedos irracionales, no hablan con cualquier persona ni caminan por la calle con la naturalidad que lo hac¨ªan con anterioridad al suceso". "Son personas", a?ade, "que en lo sucesivo van a tener problemas con su sexualidad y que precisan de apoyo. La ley es moderna, pero hay que dotarla de dinero", exhorta.
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