El arte perdido del circo de pulgas
Una artista colombiana recupera en Nueva York esta tradici¨®n
Las pulgas (siphonaptera pulicidae) son habitualmete conocidas por diseminar el tifus y gusanos gastrointestinales, por no hablar de la peste bub¨®nica y otras delicias del medievo. Pero en un nuevo montaje de vanguardia que puede contemplarse estos d¨ªas en el New Museum of Contemporary Art, de Nueva York, las pulgas son artistas de un circo en miniatura ideado por la escultora y dise?adora colombiana Mar¨ªa Fernanda Cardoso. Las pulgas de Cardoso saltan, bailan, se columpian y desaf¨ªan a los incr¨¦dulos y a los cr¨ªticos de arte.
El circo de pulgas es una tradici¨®n originada hace m¨¢s de 100 a?os y que hasta hace unas pocas d¨¦cadas pod¨ªa contemplarse en directo en el Times Square de Nueva York. El renacimiento, que Cardoso reconoce como ''absurdo", de este arte perdido, se enmarca ahora en el ¨¢mbito de la instalaci¨®n de vanguardia. Mar¨ªa Fernanda Cardoso naci¨® en Bogot¨¢ (Colombia) en 1961,curs¨® sus estudios de escultura en Yale (EEUU), y actualmente vive en Australia con su marido, el v¨ªdeoartista Ross Harley. El Cardoso Flea Circus (Circo de Pulgas Cardoso) se estren¨® en el New Museum del Soho neoyorquino el mes pasado, y se puede ver hasta el pr¨®ximo 19 de abril. Cuando Cardoso no est¨¢ presente, se proyecta un v¨ªdeo especial.Entre el cl¨¢sico espect¨¢culo de monstruos de barraca y el posmodernismo, el circo de pulgas aparenta ser una imposibilidad f¨ªsica simulada con complicados efectos ¨®pticos. Cardoso prefiere decir que "el circo de pulgas existe en un mundo real y tambi¨¦n en un mundo m¨ªtico" y que "hacer algo tan in¨²til y absurdo es todo un reto para la mente". Pero ?esto es verdad o no? En su publicidad Cardoso asegura que los actos circenses son reales. "En un mundo de Internet y alta tecnolog¨ªa, queda todav¨ªa algo tan arcano y extraordinario que desaf¨ªa los l¨ªmites de la imaginaci¨®n", anuncia el programa.
N¨²meros variados
?Qu¨¦ es, pues, lo que hacen las pulgas de Mar¨ªa Fernanda Cardoso? En un escenario dise?ado por la propia artista, la llamada Brutus arrastra una locomotora en miniatura cuyo peso es 160.000 veces mayor al del propio bicho. Un grupo de bailarinas con tut¨²s a la medida parecen moverse al ritmo de una m¨²sica tropical, mientras que los funambulistas Pepita y Pep¨®n se balancean en columpios especiales. Hay incluso una pulga que hace puenting y un n¨²mero inspirado en Harry Houdini.No, no es una pesadilla. Despu¨¦s de cuatro a?os de investigaci¨®n, en la que Cardoso se remont¨® hasta la Corte prusiana del siglo XIX y el pionero en la domesticaci¨®n de pulgas, un tal maestro Bertolotto, la artista desarroll¨® un m¨¦todo de entrenamiento a trav¨¦s de exposiciones a la luz, fr¨ªo y calor, soplidos y diferentes texturas que repelen o atraen a los microinsectos de la troupe. Tambi¨¦n se les puede retener o dirigir con hilos de seda o cobre, con diferentes utilidades.
Habitualmente Cardoso tiene cientos de pulgas a su disposici¨®n, pues su periodo vital es reducido. Muchas de ellas las incuba en el pelo de su propio gato y luego Cardoso recoge los huevos. Pero las pulgas suelen morir durante la representaci¨®n o de inanici¨®n, ya que Cardoso no las alimenta cuando est¨¢n bajo su tutela. La raz¨®n es sencilla: las pulgas chupan sangre.
El curr¨ªculo de Cardoso incluye instalaciones y exposiciones de escultura en Latinoam¨¦rica y EEUU, y en su obra ha empleado moscas, estrellas de mar, pira?as, ranas, lagartos y huesos humanos como herramientas pl¨¢sticas. Su circo de pulgas, dice, es parte de un inter¨¦s cient¨ªfico-art¨ªstico sobre la relaci¨®n entre animales y seres humano
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