Serra justifica las escuchas del Cesid a HB pero sugiere que el Gobierno no las conoc¨ªa

"Efectivamente: exist¨ªa en Vitoria una infraestructura t¨¦cnica del Cesid". Con estas palabras, el ministro de Defensa, Eduardo Serra, admiti¨® ayer en el Congreso que las escuchas descubiertas en la sede de HB de Vitoria pertenec¨ªan al servicio secreto. Aunque a estas alturas pareciera una obviedad, el ministro necesit¨® valor para reconocerlo, pues se trata de un hecho presuntamente delictivo que est¨¢ investigando una juez. Serra no quiso ir ni un paso m¨¢s all¨¢. A la pregunta de si el Gobierno estaba al corriente de las intervenciones telef¨®nicas, se limit¨® a contestar: "No tiene por qu¨¦ conocerlas".

La Comisi¨®n de Defensa del Congreso, habitualmente anodina, estuvo rodeada ayer de una expectaci¨®n sin precedentes. El ministro Eduardo Serra, un independiente en el gabinete de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, tuvo que dar cuenta no s¨®lo del espionaje del Cesid a HB, sino sobre todo, como le recordaron todos los grupos de la oposici¨®n, de la incoherencia de su actual discurso con la actitud que mantuvo el PP cuando el PSOE gobernaba y se ten¨ªa que enfrentar a problemas similares. Bajo la atenta mirada del portavoz del Grupo Popular, Luis de Grandes, Serra empez¨® reconociendo que las escuchas descubiertas en la sede de la coalici¨®n radical en Vitoria son obra del Cesid. Eso no quiere decir, aclar¨® a continuaci¨®n, que se esp¨ªe a un partido pol¨ªtico legalizado.

A quien investiga el servicio secreto, a?adi¨®, es a la organizaci¨®n terrorista y a sus grupos de apoyo, que pueden utilizar los medios de un partido como podr¨ªan utilizar otros. El ministro ley¨® algunos p¨¢rrafos del Plan de Objetivos del Cesid - aprobado el 31 de marzo de 1997, previo conocimiento del Consejo de Ministros-, que incluye al "complejo de apoyo a ETA" entre sus objetivos prioritarios.

Serra no aclar¨® si ¨¦l mismo o sus compa?eros de Gabinete estaban al corriente de unas escuchas "con apariencia de ilegalidad", seg¨²n sus propias palabras, aunque sugiri¨® que no. "El Gobierno conoce los objetivos del Cesid. Los medios y procedimientos operativos son secretos y no tiene por qu¨¦ saberlos", dijo.

Operaci¨®n leg¨ªtima

Tras subrayar que la operaci¨®n de Vitoria era leg¨ªtima y se encuadraba plenamente en los objetivos que debe cumplir el Cesid, Serra intent¨® sembrar en los diputados una "duda razonable" sobre la legalidad de la misma, a pesar de que el art¨ªculo 18.3 de la Constituci¨®n consagra el derecho al secreto de las comunicaciones, salvo resoluci¨®n judicial. A justificar jur¨ªdicamente esta tesis dedic¨® la mayor parte de su discurso, en el que contrapuso el secreto de las comunicaciones con otros principios superiores, como el derecho a la vida o la seguridad del Estado, frente a los que aqu¨¦l debe ceder.

Serra invoc¨® la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos y la jurisprudencia de Estrasburgo, as¨ª como numerosas sentencias, incluida una reciente del Tribunal Constitucional italiano, que aval¨® las escuchas sin mandamiento judicial del servicio secreto de dicho pa¨ªs a un espa?ol sospechoso de colaborar con ETA.

"No quiero justificar los hechos ni abdicar un minuto del principio de m¨¢ximo respeto a la ley, pero s¨ª exponer una duda razonable que aconseja no sacar conclusiones precipitadas hasta que se pronuncie el juez", concluy¨®. Los prolijos argumentos jur¨ªdicos del ministro no convencieron a la mayor¨ªa de los grupos, pero causaron "estupefacci¨®n" al portavoz de CiU, Joan Miquel Nadal, que prometi¨® estudiarlos.

En cambio, hubo amplio acuerdo en la necesidad de resolver las "insuficiencias" de la actual legislaci¨®n espa?ola, que no prev¨¦ que el centro de inteligencia pueda realizar escuchas telef¨®nicas bajo control judicial.

El ministro anunci¨® su prop¨®sito de iniciar de "inmediato" contactos con las fuerzas pol¨ªticas para conseguir "el mayor grado de consenso posible" en torno a esta reforma, aplazada desde que en septiembre de 1996 se aparcaron los proyectos de ley de Secretos de Estado y del Cesid.

Frente a las peticiones de reestructuraci¨®n de los servicios secretos y la acusaci¨®n de que se mantiene a los mismos responsables que en la ¨¦poca de Emilio Alonso Manglano, Serra asegur¨® que han sido relevados dos tercios de los cuadros de mando desde que el PP lleg¨® al poder. Fue ¨¦se el momento que aprovech¨® para anunciar el cese de "dos altos cargos" del Cesid, cuya identidad no quiso revelar, como consecuencia de las escuchas.

Se tratar¨ªa de dos responsables de segundo nivel de la Divisi¨®n Interior, de la que depend¨ªa la operaci¨®n de Vitoria, a los que se responsabiliza de los fallos de seguridad que permitieron su descubrimiento. Fueron las ¨²nicas destituciones anunciadas ayer en el Congreso, ya que el ministro ni siquiera contest¨® a quienes le exigieron su dimisi¨®n y el relevo inmediato del director general del Cesid, Javier Calder¨®n.

Serra anunci¨® que el Gobierno defender¨¢ "con todos los medios legales" a los agentes que puedan ser imputados en el proceso por las escuchas y colaborar¨¢ con la justicia. "Sin renunciar al ejercicio de nuestras obligaciones y atribuciones", matiz¨®, lo que sugiere que se acoger¨¢ a la ley de Secretos Oficiales. Tambi¨¦n desminti¨® que haya enfrentamientos en el Gobierno por el control del servicio secreto y asegur¨® que as¨ª podr¨¢ comprobarse cuando llegue al Congreso la ley del Cesid, lo que da a entender que dicho centro seguir¨¢ dependiendo de Defensa y no pasar¨¢ a la Vicepresidencia, como se hab¨ªa dicho.