De primarias y otras cuentas
JAVIER ELORRIETA Siguen las especulaciones y comentarios, e inexcusablemente el buscar matices a las posibles variables de lectura sobre el resultado de las elecciones para designar candidato a Lehendakari y Presidente del Gobierno del Estado dentro del PSE. Con una lectura aritm¨¦ticamente mecanicista que se desprender¨ªa de la l¨®gica suma de apoyos, a un amigo m¨ªo no le sal¨ªan las cuentas del resultado en el Pa¨ªs Vasco de las elecciones en las que Borrell ha salido ganador. Formulada su inc¨®gnita en ecuaci¨®n de pregunta cuasi capciosa seria la siguiente. ?Por qu¨¦ motivo ha sido similar en el Pa¨ªs Vasco el resultado de la contienda Rosa Diez-Nicol¨¢s Redondo como candidatos a las primarias a las de Borrell-Almunia, cuando en estas segundas primarias los dos candidatos en la liza anterior mostraron su mutuo apoyo formal al mismo? Lo l¨®gico de esa suma de coincidencias habr¨ªa sido que el resultado fuera de arrasadora contundencia a favor del que ten¨ªa los apoyos casi en exclusiva, que inclu¨ªa personas de relevancia provenientes de EE. Su autorespuesta era de que al margen del mayor o menor atractivo personal de los candidatos como elemento referencial para emitir el voto, existen otros motivos en la pol¨ªtica y la vida interna del partido que act¨²an inducidamente de manera importante. De hecho ha sido el peso del aparato vizca¨ªno tanto el que dio la victoria a Nicol¨¢s Redondo como a Almunia en la C.A.V. Con lo cual no ser¨ªa ning¨²n disparate interpretar que tanto el apoyo a Rosa Diez y a Jos¨¦ Borrell en las provincias vascas en cada una de las votaciones a primarias, m¨¢s all¨¢ del hecho de preferencia a un candidato, el voto asum¨ªa impl¨ªcitamente el desacuerdo con m¨²ltiples facetas de la vida, la pol¨ªtica y la imagen del partido, encarnado en eso que se llama aparato. Y ese estilo es con lo que creo que ha derrotado Borrell a nivel general, y eso es lo que percibo que tiene que derrotar Nicol¨¢s Redondo en la labor continua de su gesti¨®n. Pues creo que es una condici¨®n sine qua non para una perspectiva pol¨ªtica de futuro. Supongo que es duro el que para poder renovar el partido, revitalizar pol¨ªticamente con idea de permanencia las ilusiones recobradas, en alg¨²n caso, y nuevas en otros, tener que vencer las resistencias de lo que coyunturalmente ha sido su propio soporte. Pero mucho me temo que Nicol¨¢s Redondo va a tener que asumirlo con m¨¢s consecuencia que tibieza. Toda esa energ¨ªa e ilusi¨®n que parece rebrotar, y a lo que ha contribuido su discurso de comparecencia como candidato a lehendakari, debe ser arropada con toda una serie de aspectos, incluida una renovaci¨®n del plantel electoral. Pues si en estas elecciones auton¨®micas el PSE tuviera un resultado a¨²n m¨¢s desfavorable que en las anteriores o no consiguiera mejorar sensiblemente las mismas, su posici¨®n de cara al futuro quedar¨ªa seriamente da?ada, y probablemente con s¨ªntomas de irreversibilidad. En cuanto Nicol¨¢s Redondo ha apuntado algo tan demandado socialmente como lo expuesto en su presentaci¨®n, el que ordena en el partido mayoritario de la coalici¨®n gubernamental vasca ha respondido con que pueden subir el tono del operativo frentismo nacionalista. Pero no s¨®lo, tambi¨¦n les ha amenazado con sacarles los colores mentando servidumbres, opacidades y rabos de paja. Sobre la primera amenaza les sugiero la frecuencia de onda con la que Borrell ha respondido a algo similar a Pujol: Se acab¨® la broma (aqu¨ª especialmente pesada) y el monopolio de dar carnet de vascos a los nacionalistas. Se acab¨® el complejo. Sobre la segunda que vaya anulando servidumbres y cortando rabos de paja. Que renueve lo necesario en su equipo electoral y lo que suponga una r¨¦mora en el aparato del partido. Ya s¨¦ que la receta es universal, y no es f¨¢cil, pero le dar¨¢ resultado.
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