?Es muy dif¨ªcil aportar algo al flamenco?
Es t¨ªmido y pac¨ªfico. Habla con mucha mesura, pero cuando se arranca... ??D¨®nde est¨¢ el genio capaz de hacer el nuevo flamenco? ?Qui¨¦n iguala la obra de las decenas de cantaores geniales que ha dado la historia? El flamenco es muy grande, lo aguanta todo. Modas, etiquetas, falsos flamencos... Pero aportar algo nuevo es muy dif¨ªcil. A lo mejor est¨¢s toda la vida d¨¢ndole y al final te conocen por una nota sola... Un f¨² sostenido , por ejemplo?.David Pe?a, Dorantes, fue la revelaci¨®n de la Bienal flamenca de 1996. Nacido en una de las casas m¨¢s flamencas de Lebrija, la de su abuela Mar¨ªa la Perrata, y licenciado en solfeo y piano por el conservatorio de Sevilla, obtuvo un triunfo memorable con Ventanales, espect¨¢culo que le hab¨ªa encargado el festival de Mont de Marsan por mediaci¨®n de Yehudi Menuhin, que oy¨® al pianista en un congreso gitano celebrado en Lucerna.
De aquel montaje que Dorantes cre¨® durante un a?o entero, sale ahora Orobroy, un primer disco sorprendente, que combina esa melancol¨ªa flamenca tan peculiar de Lebrija -?Mi abuela es una mujer muy triste?- con elegantes variaciones jazz¨ªsticas y cierta ambici¨®n sinf¨®nica (participan una veintena de m¨²sicos, tiene viento, cuerda, metales, cante, percusi¨®n, palmas y nudillos...).
Pregunta. Creo que acaba de escribir sus partituras para registrarlas. ?C¨®mo son las partituras del flamenco? ?Igual que las de la m¨²sica cl¨¢sica?
Respuesta. Son un poco raras, la verdad. La escritura es m¨¢s barroca, m¨¢s complicada en ritmo. Tienes que escribir mucho, venga ligaduras, s¨ªncopas, notas con puntillo, contratiempos... A los m¨²sicos cl¨¢sicos les cuesta entenderlas, seguramente porque el flamenco acent¨²a en sitios a los que ellos no est¨¢n acostumbrados...
P. Aunque el disco tiene aires de jazz y de cl¨¢sica contempor¨¢nea, est¨¢ inspirado en los cantes flamencos. ?Por eso recuerda a veces a Falla, a Alb¨¦niz...?
R. Bueno, yo no he buscado inspiraci¨®n en nadie en particular. Pero seguramente es inevitable que suene a los cl¨¢sicos espa?oles. En cuanto metes cadencias flamencas en el piano... Dorantes quiso ser pianista desde muy ni?o. Vivi¨® en casa de La Perrata hasta los ocho a?os, y all¨ª, aparte de muchas voces de metal primitivo, ?hab¨ªa una pianola, un viol¨ªn, un chelo y un contrabajo?. ?Mi t¨ªa tocaba el piano, mi t¨ªo el viol¨ªn... Y yo me sentaba a jugar en el piano en cuanto pod¨ªa. Tocaba por instinto... Luego aprend¨ª a tocar la guitarra, llegu¨¦ a acompa?ar a mi t¨ªo Juan alguna vez. Pero lo hac¨ªa para comprarme un piano. En cuanto lo tuve, dej¨¦ la guitarra.
P. O sea que aquella casa era como un conservatorio.
R. Mis abuelos han sido unos gitanos muy avanzados. ?l siempre quiso que sus hijos estudiaran, y a ella le gustaba todo tipo de m¨²sica... Por eso le he dedicado uno de los temas. Todav¨ªa va por ah¨ª con los cascos oyendo a los Rolling; y si pilla una bater¨ªa se pone a tocar...
P. ?Le preocupa que haya gente que no acepte el piano como instrumento flamenco?
R. Bueno, a los gitanos viejos de Lebrija les molestaba hasta la guitarra. Pero ya dijo Caracol que lo ¨²nico importante es sentirse flamenco y sonar flamenco. Lo dem¨¢s es secundario. Yo no tengo ninguna obsesi¨®n en reivindicar el piano. El flamenco es una manera de sentir, de vivir, de subir una escalera. Yo intento transmitir eso.
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