Un muerto cada seis d¨ªas

En Madrid hay 130.000 trabajadores de la construcci¨®n. Seg¨²n datos de la Inspecci¨®n Provincial de Trabajo, en 1997 se produjeron 17.642 accidentes en el sector, 2.384 m¨¢s que en 1996. "No es una mala racha, es una consecuencia directa del destajo, la duplicaci¨®n de la jornada y los ritmos bestiales; en definitiva, de la explotaci¨®n pura y dura", declara Antonio Rodr¨ªguez, responsable de Salud Laboral de UGT.En 1997, 46 obreros murieron (48, seg¨²n los sindicatos) en el tajo, y este a?o se han producido 22 accidentes mortales (uno cada seis d¨ªas), el doble que en el mismo per¨ªodo de 1997. Rodr¨ªguez teme que la cifra llegue al medio centenar en otros seis meses: "El verano es la peor ¨¦poca, se alarga el horario y aumenta el cansancio y las lipotimias".

"Hace a?os", recuerda este sindicalista, que trabaj¨® cinco lustros en la construcci¨®n, "cuando se accidentaba un trabajador paraba la obra y todas las de alrededor. Ahora s¨®lo para el tajo donde ha ocurrido el accidente y por orden judicial. Es un signo m¨¢s de la desuni¨®n de los obreros. Est¨¢n tan asustados que nos encontramos casos de accidentados que se autoinculpan para evitar represalias de la empresa".

"Los trabajadores no se merecen esto", protesta Alberto Trigo, secretario general de la Construcci¨®n de CCOO. "Las contratas son un invento de las grandes constructoras, que han convertido el sector en una cadena de subcontrataci¨®n imposible de controlar. Hay 14.000 peque?as y medianas empresas que viven de las grandes. Algunos son pistoleros, tiran los precios y cuando no salen las cuentas desaparecen y cambian de nombre".

"La Administraci¨®n hace la vista gorda. Cualquiera con un tel¨¦fono m¨®vil puede convertirse en contratista. Una de nuestras propuestas es crear el carn¨¦ de constructor", dice Jes¨²s Fern¨¢ndez, secretario general de la Construcci¨®n de UGT. "Lo ¨²nico que pedimos es que se cumpla la legislaci¨®n. Por eso hicimos la huelga el d¨ªa 28. No nos vamos a dar por vencidos", concluye.