La cuesti¨®n OTAN en las elecciones h¨²ngaras
La pertenencia de Hungr¨ªa a la OTAN sin ninguna reticencia ser¨¢ rescatada como arma electoral contra sus adversarios por el primer ministro socialista, Gyula Horn, en la segunda fase de la campa?a que debe concluir con la votaci¨®n del 24 de mayo. Aunque nadie cree que una eventual victoria de la oposici¨®n modifique el rumbo estrat¨¦gico que el pa¨ªs se ha trazado con el acuerdo de todos sus partidos importantes, es un hecho que alguno de los inevitables aliados del l¨ªder derechista, V¨ªctor Orban, si ¨¦ste llegase al poder, no siente ninguna simpat¨ªa por la organizaci¨®n armada occidental.No est¨¢ claro de d¨®nde saldr¨¢ el dinero necesario para poner al Ej¨¦rcito en l¨ªnea con las necesidades de la Alianza en los pr¨®ximos cuatro a?os, pero Hungr¨ªa ha recibido ya sus primeros 60 misiles Mistral tierra-aire y 15 lanzadores Atlas. Otros 150 cohetes ser¨¢n entregados por el consorcio franco-brit¨¢nico Matra-Bristish Aerospace antes de que acabe el a?o, de acuerdo con el contrato por valor de 100 millones de d¨®lares firmado en 1997. El nuevo arsenal ser¨¢ operativo en un a?o.
En la cumbre de Madrid de julio de 1997, Hungr¨ªa fue invitada, junto con Polonia y la Rep¨²blica Checa, los pa¨ªses poscomunistas m¨¢s avanzados, a formar parte de la OTAN a partir de 1999. Los h¨²ngaros decidieron en refer¨¦ndum, en noviembre pasado, dar el s¨ª a la Alianza. Un 85% vot¨® a favor, pero la participaci¨®n s¨®lo alcanz¨® el 49%. La reciente ratificaci¨®n por el Senado estadounidense de la ampliaci¨®n ha sido recibida como una bendici¨®n por el Gobierno centroizquierdista , que ha hecho de su ingreso en el club militar su apuesta m¨¢s alta en materia exterior a corto plazo.
?Est¨¢n felices?, dice Peter Deak, director del Centro de Estudios para la Seguridad y la Defensa, una fundaci¨®n independiente de Budapest. Su organizaci¨®n calcula que en los pr¨®ximos cinco a?os Hungr¨ªa gastar¨¢ unos 300.000 millones de florines (o forintos), alrededor de 250.000 millones de pesetas, para profesionalizar y achicar en unos 10.000 hombres sus Fuerzas Armadas, ahora con 48.000 soldados, y procurarse el armamento y equipo imprescindibles. En la lista de la compra est¨¢ ya la adquisici¨®n de un sistema de radar que sustituya la anticuada tecnolog¨ªa del Pacto de Varsovia: otros 100 millones de d¨®lares, que se disputan norteamericanos, holandeses e italianos. Hungr¨ªa destina el 1,4% de su PIB a la reforma militar, porcentaje que deber¨¢ aumentar hasta el 2% en los pr¨®ximos cuatro a?os.
?Afortunadamente para el Gobierno?, se?ala Deak, un coronel retirado, ?la OTAN no parece considerar urgente la sustituci¨®n de los cazabombarderos?. El reemplazo de los Mig 29 -de cuyo car¨ªsimo mantenimiento ahora se encarga Ucrania- y los a?osos Mig 21, actualmente en servicio en las Fuerzas A¨¦reas, es la decisi¨®n clave en el programa armamentista no s¨®lo de Budapest, sino tambi¨¦n de Varsovia y Praga. El reemplazo de la aviaci¨®n de combate puede costar otros 250.000 millones de pesetas, y ah¨ª echan el resto Estados Unidos, la Dassault francesa (Mirage) y la Saab sueca (Grippen). El Gobierno de Gyula Horn considera un axioma que las empresas que suministren los aviones deben invertir a cambio en la modernizaci¨®n de la industria . Suecia, en este terreno, ofrece un ?paquete? dif¨ªcilmente superable. Pero casi nadie cree en Budapest que Washington vaya a dejarse arrebatar la presa.
Si Hungr¨ªa elige el 24 de mayo un Gobierno derechista con V¨ªctor Orban al frente, uno de sus inevitables socios ser¨¢ el partido de los Peque?os Propietarios, una formaci¨®n populista y radical decididamente antiatlantista. Para Peter Deak, sin embargo, el peso del partido de los J¨®venes Dem¨®cratas, que han conseguido el 28% en la primera ronda electoral, y el hecho de que su jefe, el ex liberal Orban, est¨¦ inequ¨ªvocamente a favor de la OTAN y la Uni¨®n Europea, debe ser suficiente para evitar cualquier interferencia seria con el proceso de adhesi¨®n.
La vinculaci¨®n de Budapest a la Alianza es m¨¢s que nominal. Las fuerzas estadounidenses de la OTAN en Bosnia han utilizado la base log¨ªstica de Taszar, en el sur de Hungr¨ªa, y el primer ministro Horn ha declarado que las instalaciones pueden seguir funcionando el tiempo que sea necesario. El l¨ªder socialista tambi¨¦n ha comunicado al general Wesley Clark, comandante aliado para Europa, que Hungr¨ªa quiere formar parte del Comando Sur de la Alianza.
El avanzado proceso de negociaci¨®n entre Budapest y la Alianza ha mejorado la posici¨®n de Hungr¨ªa ante alguno de sus m¨¢s importantes vecinos, por ejemplo Rumania, dejado de lado en la primera oleada ampliadora. Algo que no podr¨ªa ignorar ning¨²n futuro Gobierno h¨²ngaro. Las relaciones con Bucarest, tradicionalmente tensas a causa de la abultada minor¨ªa h¨²ngara de Transilvania, han virado hacia una estrecha cooperaci¨®n en el ¨²ltimo a?o, impulsadas por el deseo com¨²n de ambos Estados de pertenecer al club de los poderosos.
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